Especialistas internacionales en salud pública, científicos, médicos y expertos en el control del tabaco debatieron acerca del enfoque: “reducción de los daños del tabaco”, con el enfoque de propiciar el acceso a alternativas sin humo para personas que van a continuar fumando más allá de los esfuerzos, en cesación, por parte de las autoridades.
La discusión se dio en el marco del reciente Foro Mundial sobre la Nicotina 2021, en Liverpool, con el fin de destacar el papel de los productos de nicotina más seguros, los cuales son utilizados con el objetivo de reducir las enfermedades causadas por el cigarrillo.
Las llamadas “alternativas más seguras” han estado jugando un papel importante en el mundo, en los últimos años:
- En Inglaterra, las autoridades sanitarias apoyan el vapeo para dejar de fumar.
- La mortalidad relacionada con el tabaco en Suecia, donde el SNUS casi ha sustituido al tabaquismo, es la más baja de toda Europa.
- En Japón las ventas de cigarrillos se han reducido en un tercio desde que salieron al mercado los los calentadores de tabaco.
Además, Stimson enfatiza que es preocupante que la Organización Mundial de la Salud (OMS) propague activamente la desinformación sobre los nuevos productos de nicotina, ya que la salud pública no se verá beneficiada ni se salvarán vidas con una guerra contra la nicotina.
Según la OMS más de 1.100 de fumadores continuarán con el hábito de fumar hacia 2025 a pesar de los esfuerzos realizados en cesación por diversas organizaciones. Se deben articular esfuerzos inter instituciones para que los fumadores adultos, que seguirán fumando, tengan acceso a mejores alternativas que el cigarrillo.
Los especialistas esperan que para 2022, la OMS haya reevaluado su estrategia y promueva activamente la reducción del daño del tabaco como parte de una estrategia consistente para hacer frente a las fuertes cargas sanitarias, de bienestar y económicas de fumar.
