La Calle del Arco es una de las más emblemáticas de la Antigua Guatemala y ha sido retratada durante años por su belleza estructural.
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Pintada de amarillo, la estructura del Arco de Santa Catalina en la Antigua Guatemala se ha convertido en una de las edificaciones más fotografiadas de la ciudad colonial en el transcurso de los años.
Una foto histórica muestra cómo se ha reformado la Calle del Arco con el pasar del tiempo, al extremo que aún se observan vallas aéreas y marchas que ya desaparecieron.
En la imagen captada en el año de 1970, publicada en la página Guatemala Impresionante, se ven vehículos de la época, así como una pintura deteriorada que, a lo lejos, pareciera que el arco es blanco.
Al fondo, el majestuoso volcán de Agua, con un cielo despejado y sus calles empedradas.
El Arco de Santa Catalina en Antigua Guatemala fue construido originalmente como una pasarela para permitir a las monjas del convento de Santa Catalina cruzar la calle sin ser vistas.
Fue construido en el siglo XVII, específicamente a fines de este siglo, como un puente elevado que conectaba el convento con un anexo ubicado al otro lado de la calle.
Su propósito principal era facilitar el tránsito de las monjas de clausura sin salir a la calle. Ahora se ha convertido en un ícono de la imagen viva de la ciudad colonial.
