El Día de Acción de Gracias es una tradición estadounidense que se originó en el siglo XVII y se celebra todos los años el cuarto jueves del mes de noviembre. Más recientemente, en el siglo XX, se instituyó el día siguiente como el “Black Friday”, un viernes con muchas ofertas y descuentos que inaugura la temporada de compras navideñas. Aunque el Día de Acción de Gracias no salió de la idiosincrasia anglosajona, el Black Friday sí se popularizó en muchos países.
Desde hace algunos años la tradición empezó a entrar al país, traída por tiendas minoristas y grandes almacenes que buscan captar una parte de los 3 mil millones de quetzales adicionales que empezarán a circular en la temporada navideña y fin de año, según el Banco de Guatemala.
Incluso, en nuestro país las ofertas empiezan una semana antes, desde este mismo fin de semana.
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Durante la recta final de noviembre, advierte Fernando Trabanino, Defensor del Consumidor de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PFH), “los guatemaltecos son desde hace algunos años bombardeados con una gran cantidad de publicidad que anuncia descuentos y ofertas por todos lados durante esta época”.
¿Cómo moverse entre tantas opciones y publicidad para sacarle el mejor provecho? Trabanino responde: primero, realizando un presupuesto en donde se prioricen los gastos fijos y segundo, fijándose en las "frases de advertencia".
“Las ‘frases de advertencia’ son indicadores importantes para los consumidores. Frases como ‘Aplica Restricciones’ o ‘Hasta agotar existencias’”, explica el defensor. En consideración de Trabanino es importantes fijarse bien en las cláusulas y condiciones implícitas en las ofertas. “Revisar las garantías y si son productos perecederos, las fechas de caducidad”, agrega.
¿Qué comprar?
Una vez que nos aseguramos que la oferta no nos va a perjudicar, ¿cómo decidir que es lo que hay que comprar? Para resolver la interrogante, Eduardo Palacios, experto en finanzas personales, recomienda que el potencial comprador se pregunte primero a sí mismo: ¿se justifica esa compra?
“No existe tal cosa como una ‘cuesta de enero’, uno se mete en un hoyo en diciembre”, explica el experto. “En unas semanas estaremos recibiendo el aguinaldo y antes de gastarlo habrá que tomar en consideración que hay que pagar inscripciones, materiales, uniformes, además de deudas en la tarjeta de crédito”, asegura.
La recomendación de Palacios es que el dinero se gaste con sensatez y prudencia. “Diciembre es un mes de vacas gordas. No hay que gastar en algo solo porque se ve bonito. Si uno sabe bien qué cosas vamos a necesitar o nos van a ser de provecho, entonces hay que gastar”, expone.
