El fútbol tiene esas cosas impredecibles y en el estadio del Atlético se vieron tantas como podían caber en 45 minutos. Fue una locura de partido, con mucha adrenalina y varios jugadores pasados de revoluciones. La primera cuestión sorprendente fue el gran gol de Fernando Torres en el segundo 38, como ya lo había hecho ante el Real Madrid. Luego, como si fuera lo más normal del mundo, Neymar empató de contragolpe.
Había fuerzas extrañas en el estadio colchonero. Impulsado por la euforia del partido, Mario Suárez repartió tres faltas muy duras y ni siquiera se llevó la tarjeta amarilla. El árbitro, Jesús Gil Manzano, ya había perdido el control del choque al minuto 16, cuando le anuló un gol a Neymar por fuera de juego…¡tras asistencia de Marc-Andre Ter Stegen!
No era normal lo que se veía, y menos lo que faltaba. El árbitro marcó un penal para el Atleti por falta de Mascherano, quien claramente tenía los dos pies fuera del área al momento del choque con Juanfran. La euforia volvía al Calderón, y entre una cosa y otra el juez de línea le hizo ‘falta’ a Jordi Alba con su banderín, que terminó en manos del lateral zurdo.
Después, el mismo Atleti se empató el encuentro con una dosis de su propia medicina: córner y gol. El problema es que fue Miranda quien lo metió tras intentar un despeje sin sentido luego de un cabezazo de Busquets. El 2-2 no le servía de nada, y menos el 2-3 que marcaría Neymar en otra jugada de contragolpe. Eso sí, con una clarísima mano de Jordi Alba en el área, que luego recorrió toda la cancha para dar la asistencia.
En el descanso el árbitro expulsó a Gabi y el Cholo salió a la segunda parte sin esperanza, lo cual quedó muy claro cuando Arda Turan se convirtió en pitcher de béisbol y le lanzó su bota al juez de línea tras un forcejeo.
Apenas le sacaron amarilla, pero lo más seguro es que haya alguna sanción posterior. Eso y la roja de Mario Suárez fueron lo único destacable de la segunda parte. La primera tuvo tanta locura que no quedó nada para después.
Este Barça tan extraño…
No es normal que el equipo azulgrana marque dos veces de contragolpe y una de tiro de esquina. Algunos periodistas criticaban al Barça por ‘haber perdido su juego’, pero de alguna forma eso ha funcionado para vencer tres veces al Atlético esta temporada, después de no haber ganado ninguno de seis en la campaña anterior.
Hay una respuesta para ello: Luis Enrique encontró la alternativa. No limita al equipo al juego de toque que tan bien leía Simeone, sino encuentra sorpresas para liberar espacios. Ya no tienen ese problema del ‘bus’ atrás, porque la salida de juego es más veloz y menos estática. Como lo dijo Ramón Besa de el País: ‘el Barça evoluciona tanto en su fútbol que ayer pareció la mejor versión del Atlético’
Es un Barcelona diferente y no se sabe si funcionará, aunque ya dice mucho que le hayan ganado tres veces al campeón de Liga y subcampeón de Europa.
