Una de las experiencias más grandes que me ha dado TECHO, es la oportunidad de trabajar junto a mujeres y hombres sorprendentes. En esta oportunidad me referiré aquellos cuyo compromiso, cuya indignación y cuya esperanza los llevaron a detener temporalmente su meteórico ascenso en la “vida tradicional” y dedicaron noche y día a soñar, a luchar y trabajar por la causa de la transformación de su país desde las raíces. Me refiero a hermanas y hermanos que tuvieron la oportunidad y asumieron la dirección permanente de un área de trabajo dentro del TECHO.
El TECHO es un espacio para crear y para soñar. Un movimiento de jóvenes y vecinos, guiado por jóvenes, que en Guatemala opera bajo el esquema de Fundación. Hay voluntades y voluntarios que hemos tenido la oportunidad de asumir el compromiso de dirigir, tiempo completo, una de las áreas de trabajo del movimiento. Ese compromiso viene con un llamado de exigencia alta, con una demanda importante en gestión, tiempo, estrategia, formación continua y capacidad de indignación. Son más de 40 mentes brillantes, las que han fungido como directores de TECHO en Guatemala y han salido por la más grande de las puertas. Pero hoy, me doy el gusto de nombrar a los que han salido de manera más reciente:
Andrés Cano, voluntario desde la primera actividad en Guatemala. Director de Recursos (2008-2009); Gerente General TECHO Guatemala (2009-2011), Gerente General TECHO Panamá (2011-2012) y Director Regional para Centroamérica (2012-2014). El TECHO no sólo en Guatemala, sino en Centroamérica es mucho de lo que es gracias a su liderazgo facilitador. Andrés es un líder indiscutido, con una capacidad humana y espíritu incansables.
Estuardo Fuentes, “Tato” de los primero voluntarios y el líder referente del trabajo durante mucho tiempo. Director de Detección y Asignación (2009-2010), Director de Construcción (2010-2011) y Director Social (parte de la Dirección Ejecutiva) de TECHO Guatemala (2011-2015). Referente indiscutible del voluntariado y el servicio. Lideró e impulsó la expansión y consolidación del trabajo de TECHO en Guatemala. Lo caracterizan su alegría, visión, empatía y capacidad de generar equipo.
Rafael Yon Bobadilla, conocido con cariño como “Chino”. Coordinador de Logística (2009), Director de Formación (2009-2012), Director de Detección y Asignación (2012), Director de Inserción y Diagnostico Comunitario (2013-2014). Aportó con voz firme el llamado constante a reflexionar, a dejarse interpelar por la realidad y actuar en consecuencia.
Gabriela Palacios, viaja a implementar el área de Personas (RRHH) a TECHO en Colombia. Coordinadora de Logística (2011-2012), Directora de Fondos (2012-2014) y Directora Comercial de la Región de Occidente (2014-2015). Lideró la consolidación de alianzas y la implementación comercial de la oficina en Quetzaltenango para la región occidente.
Jaime Vargas Tabarini: Director de Administración y Finanzas (2011), rol que dejó para asumir el enorme reto de la Gerencia General en TECHO Honduras (2012-2014), en un contexto social, político y económico muy adverso.
Fernando Aguilar, con cariño “marciano”. Director de Voluntariado (2012-2013) y de Formación y Voluntariado (2013-2014). Participó en representación de TECHO en la conformación del Centro de Voluntariado Guatemalteco y presidió a su directiva.
Marielos Martínez, la Mae. Sub-Directora de Fondos (2012-2014). Trabajó la estrategia de donantes individuales y acompañó la coordinación de algunos de los eventos más grandes, como la Colecta.
Nadia Fusco, argentina de origen pero adoptada por el equipo chapín. Directora de Comunicación (2013-2014), viajó desde Argentina aportando su energía y conocimientos en el fortalecimiento del área a su cargo.
Diego Aguilar Matta, coordinador de Logística y Abastecimientos (2014-2015). Nos deja su carisma y calidez humana, con un equipo fortalecido y un gran trabajo a su paso. Sale para enfocarse en concluir sus estudios de Ingeniería.
Verónica Montes, Directora de Gestión Comunitaria (2013-2015). Lideró la consolidación del trabajo permanente de equipos de voluntarios y vecinos en las comunidades donde TECHO trabaja. Regresa a su natal El Salvador.
De todos y cada uno de ellos podría escribir más bien una semblanza, un detalle narrado de aventuras, de luchas, sueños, tropiezos y logros. Me han dejado, y seguro a muchísimos más, una humanidad tremenda, una disposición gigantesca y sobre todo un fuerte lazo de hermandad.
Sé que estas hermanas y hermanos míos, sin importar dónde estén, darán a Guatemala, Latinoamérica y al mundo, un motivo de esperanza. Ya por su capacidad, ya por su entrega; pero sobre todo porque el amor que brota de sus corazones les obliga a procurar la justicia donde encuentran opresión, que los mueve la libertad en donde ven cadenas y que frente a la pobreza han procurado sembrar dignidad.
El TECHO es su casa y aquí está también su familia, felices si requieren regresar y orgullosos de verlos vivir, mientras los hemos visto partir por la más grande de las puertas.
