El ministerio de la Defensa tiene a su disposición macanas antidisturbios de aluminio, hule, plástico y madera. También cuenta con botes de gas pimienta, dispersadores de gas y dos camiones lanza agua, destinados a disolver manifestaciones, según un informe de inventario de la cartera obtenido por una solicitud de acceso a la información pública.
La información trasciende luego que, ante fuertes críticas, el Ejecutivo diera marcha atrás a declarar un Estado de Prevención que restringía las garantías constitucionales. El acuerdo gubernativo 5-2016 limitaba las manifestaciones de carácter político.
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Según los reportes entregados a Soy502, el material de equipo antidisturbios con el que cuenta el ejército está valorado en 1 millón 493 mil 993.60 quetzales. En sus bodegas se contabilizan un total de 3 mil 914 artículos antidisturbios.
Chalecos, cascos y más
Los chalecos son el principal activo antidisturbios del ejército. Aunque no es el más numeroso, en total tiene 326 unidades, si es es el más costoso, pues cada uno tiene un precio de 2 mil 607 quetzales.
Luego están los batones, que tienen disponibles en distintos materiales. Todos están valorados en 103.95 quetzales y hay 359 “antidistubios”, 50 de plástico, 13 de aluminio, 135 de hule y 114 de madera. No obstante los registros refieren que no todos están en buen estado.
El equipo de protección para agentes antidisturbios son el tercer gran grupo de artefactos. El ejército tiene cascos israelitas con y sin visera, cinturones, protectores de entrepierna, coderas, espinilleras, rodilleras, hombreras, protectores para el antebrazo, pecheras y guantes entre otros.
El informe también refiere que cuentan con dos camiones lanza agua “en mal estado”. Sin embargo, uno está siendo reparado y para ello se han pagado más de 88 mil quetzales en repuestos.
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¿Por qué el ejército tiene tanto material antidisturbios?
Sandino Asturias, analista del Centro de Estudios de Guatemala, considera que esta acumulación de material antidisturbios en las bodegas del ejército se explica debido a que esta institución ha sido utilizada para todo tipo de actividades fuera de sus funciones constitucionales y legales.
“Venimos de una historia donde el ejército apoyaba en cualquier función. Tenemos por ejemplo que ahora es utilizado para hacer escritorios y construir carreteras” explica. “Es lógico que en esa mala utilización del ejército, en algún momento a alguien se le ocurrió que podían adquirir equipo antidisturbios”, sentencia.
Asturias considera que es un “despilfarro” que los recursos no pasen a las instituciones, en este caso al Ministerio de Gobernación, con las competencias para utilizarlo.
