Por segunda ocasión en dos años, el Estado efectuó una compra en la modalidad de subasta inversa, con el propósito de reducir los costos de los insumos y materiales adquiridos.
La adquisición corresponde a tres puentes tipo Bailey de un carril de 51.1 metros de largo por 4.2 de ancho y una naríz de lanzamiento, necesaria para la instalación de los mismos, proceso que fue publicado en el sistema Guatecompras por el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) con el NOG (Número de Operación Guatecompras) 6040608 para la fase de precalificación y el 6312942 para la adjudicación, con una base de compra de 13 millones, 125 mil 460.41 quetzales, precio que fue referido por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
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En la subasta participaron cuatro oferentes identificados como: Proveedor 1, 2, A y B que presentaron 28 ofertas en total, en una puja que tardó casi tres horas en tiempo real, siendo el proveedor 1 quien se adjudicó la compra por 8 millones 792 mil 182.30 quetzales, lo que supone un ahorro para el Estado de Q4 millones 433 mil 278.11, tomando en cuenta el precio de referencia del INE.
Para Carlos Gonzáles, analista económico de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), el procedimiento de subasta inversa es para que exista transparencia en las compras que el Estado realiza.
Esta es la segunda ocasión en la que se realiza una adquisición con este modelo de compra, que tiene la ventaja que es el Estado quien pone un precio de referencia como techo máximo del producto o servicio a adquirir, evitando la sobrevaloración en las compras.
La primera compra tuvo lugar en septiembre de 2016 cuando el Ministerio de Finanzas adquirió papel cuyo precio base establecido fue de 223 mil 214 quetzales, logrando adquirirlo por Q194 mil 647.80, lo que significó un ahorro de Q37 mil 567.10.
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Según Lisa Alvarado, directora de comunicación del Ministerio de Finanzas Públicas, tras esta adjudicación, si el CIV necesitara adquirir el mismo tipo de producto serían necesarios únicamente 8 días para adjudicarlos, lo que se traduce en una reducción considerable de tiempo para la compra, pues se tomaría como referencia el mismo proceso recién terminado.
El proceso
En una subasta inversa, la entidad contratante elige al proveedor que haya ofrecido el precio más bajo dentro de una puja electrónica pública que permite a cada oferente, ofertar según sus capacidades.
