Este miércoles un vuelo de la línea aérea rusa Azur Air salió de la ciudad turca de Antalya con destino Moscú, Rusia. Ya en el aire, una pasajera falleció. La tripulación decidió no detener el vuelo y obligar al resto de pasajeros a viajar cerca de tres horas con el cadáver tendido en el piso del pasillo.
La pasajera, de 50 años y origen británico, colapsó a los 45 minutos de vuelo desde la terminal aérea del sur de Turquía. La mujer habría dejado su insulina en su equipaje. La tripulación no pudo hacer nada para salvarla.
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Según su esposo, que al igual que la mujer no fue identificado por motivos de privacidad, había dejado sus medicamentos entre sus pertenencias porque una hora antes del despegue había tomado una dosis, por lo que creyó que no necesitaría otra. Nadie creería que su situación empeoraría tan pronto.
Las azafatas abordo y otros miembros de la tripulación decidieron tender a la mujer en el piso del pasillo del Boeing 757 y cubrirla con una manta hasta llegar a Moscú. El capitán tampoco estuvo de acuerdo con realizar un aterrizaje de emergencia en otra ciudad.
Algunas líneas aéreas tienen un protocolo muy serio respecto a este tipo de eventualidades. En algunos casos son llevados a lugares vacíos del avión o trasladados a cabinas apropiadas cuando Primera clase está vacía y allí puede aislarse el cuerpo. No fue el caso de Azur Air, quien obligó al resto de los pasajeros a pasar un largo rato con el cuerpo sin vida.
*Con información de infobae
