Esta es la historia de un restaurante que estuvo cerrado durante muchos meses en la Antigua Guatemala por la situación del Covid-19 y que tras muchos sacrificios pudo adaptarse para sobrevivir. Sin embargo, sus propietarios jamás pensaron que serían víctimas de las extorsiones. Tras las amenazas de muerte los comerciantes decidieron cerrar sus puertas para siempre.
Por cuestiones de seguridad, pidieron que el nombre del restaurante no sea mencionado, pero accedieron a una entrevista a Soy502 para denunciar la injusticia por la que pasan y que deja a 20 familias desempleadas.
"Teníamos casi 12 años de estar trabajando", menciona su propietario. Cuenta que, en sus inicios, empezaron como una tortillería en la Antigua Guatemala. Con el tiempo, la prosperidad vino acompañada de una mesa para ofrecer almuerzos, luego dos mesas y así, con mucho esfuerzo, agrandaron todo hasta convertirse en un restaurante que ofrecía los platillos típicos de Guatemala.
Crisis del Covid-19
Las medidas dictadas por el Gobierno para evitar la propagación del Covid-19, los obligó a cerrar sus puertas ya que los únicos restaurantes que podían operar debían contar con servicio a domicilio. A finales de mayo, el restaurante pudo abrir de nuevo y utilizaron las redes sociales para promocionar sus productos.
"De tener 20 empleados nos quedamos solo con tres y teníamos tres semanas de haber abierto. Obviamente hubo días que ni cubríamos los gastos; al contrario, nos endeudamos más. Pero, tenemos trabajadores y jefes con una relación muy grande y buena", comentó el propietario, que decidió no revelar su nombre por seguridad.
La extorsión
La misma vía que utilizaron para interactuar con sus clientes y recibir pedidos fue usada por los extorsionistas para amenazarlos. Según su denuncia, los extorsionistas se contactaron con ellos por las redes sociales. Les dijeron que debían hacer un pago anual para no asesinar a los repartidores. "Ellos nos iban a dar un "permiso" para transitar "tranquilos". "La decisión de cerrar fue para no caer en manos de los pandilleros o en manos de la mala seguridad del país", explicó el propietario.
Señaló que tendrán pérdidas y más de 20 familias se quedarán sin sustento. Pero, agregó que tendrán "paz, tranquilidad y salud" para sus empleados. "Eso no tiene precio y hoy día eso vale más que cualquier cosa", comentó.
Extorsiones continúan
El delito de la extorsión es uno de los delitos que más afecta a comerciantes de todo tipo en Guatemala. De acuerdo con los datos de la Fiscalía Contra el Delito de Extorsión, durante el 2019 recibieron 7,023 denuncias y se registró 1,416 personas acusadas. Además, el MP ejecutó 1,135 allanamientos y capturó a 844 personas.
Durante los primeros meses de este 2020, tanto las denuncias como los allanamientos habían comenzado con números altos. En enero de 2020, el MP reportó 851 denuncias por extorsión. Ese mismo mes se ejecutaron 137 allanamientos y se logró la captura de 86 personas. Sin embargo, hubo un descenso considerable a partir de marzo cuando la crisis por el Covid-19 golpeó a Guatemala.
En marzo, las denuncias por extorsión cayeron y se registraron 171 denuncias menos. En febrero el dato fue de 633 denuncias y en marzo, la cifra llegó a 462. En abril, los datos de la Fiscalía muestran que hubo 330 denuncias, un total de 211 denuncias menos en comparación con el mismo mes de 2019.
La diferencia entre mayo de 2019 y 220 es de 215 denuncias menos. Esto se entiende como una fuerte disminución en la comisión de este delito debido al cierre de comercios. Además, durante estos tres meses en que el país ha estado afectado por la pandemia, el Gobierno prohibió la circulación de transporte público de pasajeros, uno de los sectores más afectados por las extorsiones.
La Fiscalía Contra el Delito de Extorsión reporta que en lo que va de este mes de junio de 2020, se han registrado 60 denuncias.
El propietario del restaurante explicó que no es el único negocio afectado, ya que en la Antigua Guatemala conoce de cinco restaurantes más asediados por los extorsionistas y han tenido que cerrar sus puertas ante las amenazas.
"Queremos hacer un llamado tanto a las autoridades como a este tipo de personas que sean conscientes. Están viendo la tormenta y no se arrodillan y queremos que piensen en que todos estamos igual de mal. Todos tenemos necesidad y a diferencia que a unos nos enseñaron a trabajar con nuestras manos y salir adelante, mientras que a otros no. Tengan un poco de temor de Dios y de consciencia, que así como somos tratados en la Tierra seremos tratados a donde vamos, tanto a las autoridades como a los extorsionistas", dijo la persona que se mantuvo en el anonimato.
