Tal vez parecía que julio sería un mes aburrido sin fútbol, pero ha sido todo lo contrario. Con un ojo en Chile y otro en el mercado de fichajes europeo, hay muchísimo que decir sobre ambas cosas. Mientras Messi hace de todo (menos marcar goles) para ganar algo con Argentina, Real Madrid y Barcelona han dejado la guerra entre ellos para las batallas internas.
Si el Barça no hubiera ganado títulos, el entorno del club azulgrana sería muy distinto en estos momentos. Por ahora hay un caos, pero la afición está tranquila y todavía saborea ese triplete tan inesperado. Por eso, hace oídos sordos de la batalla electoral que se está llevando a cabo (y que no tiene nada que envidiarle a lo que se vive en Guatemala).
Con Arda Turan por llegar, un fichaje que no termina de convencer a la afición, cualquier movimiento es motivo de discusión entre los dos candidatos más conocidos y enemigos a muerte: Josep Maria Bartomeu (presidente actual) y Joan Laporta (presidente durante el Barça de Guardiola).
Los medios deportivos catalanes aseguran que Luis Enrique pidió el fichaje de Arda, pero cabe recordar que estos periódicos tienen preferencias marcadas en cuanto a los candidatos. Algunos periodistas independientes aseguran que la compra del turco es una estrategia de Bartomeu para complicarle a Laporta sus negociaciones por Paul Pogba, el mediocampista de la Juventus.
Eso es solo una parte del lío, porque entre todo esto, el Barça puede fichar pero ninguno de los nuevos puede jugar hasta que termine la sanción impuesta por la FIFA. Castigo que, Laporta no tarda ningún segundo en recordarle a Bartomeu cada vez que habla en público. Todo es lío y discusiones, mientras la afición disfruta tranquilamente de un triplete que todavía se vive en la ciudad.
Mientras tanto, en Madrid…
Si ya sonaba a locura que Iker Casillas saliera del Real Madrid después de una temporada sin títulos, lo de Sergio Ramos es de otro planeta. El mejor defensa del Real Madrid, segundo capitán y héroe de la décima, ya tiene imágenes circulando por la red con el uniforme del Manchester United. No es un rumor, las negociaciones existen de verdad.
La situación es fácil de explicar: Sergio Ramos cree que se merece una jugosa renovación de contrato, pero el Real Madrid quiere ahorrarse ‘unos’ millones. El defensa español sabe que ha sido clave para el club merengue, y por eso quiere un sueldo mayor. No solo piensa que se lo ha ganado, sino que sabe cuánto gana Gareth Bale y que a Cristiano le bastó declarar que estaba ‘triste’ para convertirse en el mejor pagado del mundo.
Pero Florentino es Florentino y él tiene ciertas ideas en su cabeza que es imposible quitarle. El presidente no se ha manifestado, pero sí que duda de Sergio Ramos. La prensa acusa al defensor de ‘no sentir la camiseta’ y de ‘interesarse solo por el dinero’. Y ahí entra el Manchester United, un equipo en plena reconstrucción que puede ofrecerle un contrato de estrella al jugador.
Tampoco podemos olvidar que estos dos clubes están negociando desde hace varias semanas por David De Gea, el portero que se ha convertido en un capricho del presidente merengue. Pase lo que pase, sorprende que Florentino está tan tranquilo en los fichajes después de pagar millones por Özil, Xabi Alonso, Di María, Isco, Illarramendi y Bale (entre otros) en años anteriores. Eso sí, tal vez cuando tenga a De Gea, ya comience a negociar por uno de esos fichajes de locura que tanto le gustan.
