Maquillaje, vestuario y un escenario al aire libre fue parte de la representación del Víacrucis que se desarrollo en el municipio de San Sebastián, Huehuetenango.
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La representación de la pasión y muerte de Jesucristo se convirtió en un acto de devoción en el municipio de San Sebastián, Huehuetenango, donde realizaron dramatización en vivo.
La puesta en escena contó con la participación de más de 20 actores y actrices de la localidad y cada uno vivió una penitencia antes de iniciar el acto.
Todo inicia cuando que Jesús y Barrabás son presentados ante Poncio Pilatos, quien debe de decir a quién de los dos libera, tal como lo establecen las leyes de Pascua.
Aunque Barrabás recibe una golpiza por sus actos delincuenciales, es liberado. Mientras que Jesús es condenado a muerte.
Tal y como se describe en el Nuevo Testamento, el hombre que representa a Jesús es azotado y humillado por los romanos, quienes lo desprecian por ser considerado el Dios de los hombres.
Además de los azotes, Jesús es coronado como Rey con una corona de espinas que penetra su piel.
De acuerdo con la Biblia, pese a las barbaries a las que Jesús es sometido, Pilatos no quiere condenarlo a la muerte y por ello se lava las manos y culpa a la muchedumbre que exigió su crucifixión.
Acto seguido, Jesus inicia su camino hacia el Monte Calvario, cargando la cruz en la que será colgado y asesinado.
Todo ocurre bajo la mirada de su madre María y otros de sus discípulas, quienes lo acompañan en todo el trayecto de dolor y humillación.
Luego es crucificado en el Monte Calvario rodeado de romanos, quienes lo torturan y se mofan de su sufrimiento.
Jesús muere junto a dos ladrones y aunque las escrituras no revelan sus nombres, en el libro La Guerra de los Judíos de Flavio Josefo, refiere que sus acompañantes podrían ser sicarios judíos sublevados contra Roma.
