Diputados alertan crisis que se ha desatado por el fin de operaciones petroleras del Campo Xan.
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Desde que el Campo Petrolero Xan, ubicado en San Andrés, Petén, cesó sus operaciones el pasado 12 de agosto, la preocupación por los efectos negativos ha aumentado debido a afecta de forma directa a las municipalidades y la economía local, advierten legisladores.
Los congresistas coincidieron en que la actividad petrolera del campo en mención, que fue durante muchos años un motor económico para Petén y país, sigue siendo necesaria, pues actualmente la población enfrenta las consecuencias de haber detenido las operaciones comerciales.
Edgar Reyes Lee, diputado por el distrito de Petén, señaló que mantiene comunicación con varios alcaldes del departamento y que le han manifestado su preocupación por la pérdida de recursos que antes provenían del petróleo.
Aunque reconoció que en los últimos años el porcentaje destinado a las comunas se redujo, insistió en que "el petróleo aportaba fondos" que se utilizaban en beneficio de la economía local.
El diputado cuestionó que se permitiera la finalización de la concesión sin un proceso de negociación previo.
Consideró que "fue una acción muy precipitada de parte del Gobierno" haber dejado que la concesión terminara, aunque enfatizó que "es un punto de vista muy particular".
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Añadió que Guatemala pudo haber alcanzado un acuerdo más beneficioso sobre el uso de sus recursos naturales y agregó que la inversión existente en el área "pudo haberla manejado el Estado o a través de otras instituciones, pero no cancelarlo de una vez".
Reyes Lee lamentó que no se realizara un análisis integral del impacto económico y social antes del cierre. "Pudo haber una negociación favorable para a nuestro país", señaló.
"Desafortunadamente, vemos que este Gobierno se está olvidando el país, se le está cayendo", afirmó el congresista, quien aseguró que a su criterio, una vía para mitigar el impacto sería fortalecer a las municipalidades mediante transferencias que compensen la pérdida de ingresos petroleros.
"Una de las formas más favorables —en que el Gobierno puede apoyar—, es a través de aportarle fondos a los gobiernos locales", indicó Reyes Lee, y criticó que el Gobierno intentó que los Consejos Departamentales de Desarrollo no pudieran ejecutar las obras pendientes de años anteriores.
Benjamín Ipiña Leiva, integrante de la Comisión de Energía y Minas del Congreso y diputado del distrito de Petén, advirtió los efectos inmediatos del cierre del Campo Petrolero Xan en obras municipales.
Indicó que muchas comunas enfrentan dificultades para adquirir asfalto, un derivado del petróleo que antes se producía en el país por las operaciones de Campo Xan.
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Según explicó, hay alcaldes que "están utilizando fondos extraordinarios para los proyectos de asfalto en el departamento —Petén—" y que las operaciones se están complicando porque se está trayendo asfalto de Honduras, además de los materiales para llevar a cabo la imprimación asfáltica.
Ipiña Leiva también resaltó el impacto laboral derivado del cierre, pues "la industria petrolera era una de las pocas que podían generar mucho empleo —en el departamento—".
Aunque afirmó apoyar la protección ambiental, insistió en la necesidad de aprovechar los recursos naturales bajo esquemas regulados.
Como ejemplo citó que, en Petén en la reserva de la Biosfera Maya, el biotopo de la Laguna del Tigre tiene más de 40 mil hectáreas de terreno y que la explotación petrolera solo ocupa 500 hectáreas.
"¿Por qué no declarar una zona industrial esas 500 hectáreas para seguir explotando el petróleo y lo demás se proteja?", afirmó el legislador.
Agregó que otras actividades ya han impactado la zona, como la expansión ganadera, y reprochó la falta de una política ambiental que recupere las áreas degradadas.
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También rechazó la decisión gubernamental de desmantelar la infraestructura existente: "no estoy de acuerdo, a que digan que van a desmontar la infraestructura y que van a tapar los pozos. Puede que a este Gobierno no le interese, pero quizás al otro sí".
Finalmente, recordó que desde el año pasado planteó dentro de la Comisión de Energía y Minas la necesidad de formular una propuesta legislativa para ordenar el uso de la zona productiva, pero, según dijo, "a ningún presidente de la comisión le ha interesado".
Consideró que su planteamiento sigue siendo viable: declarar una zona industrial petrolera y proteger el resto del territorio.
"Creo que es viable y necesaria la propuesta de declarar la zona industrial petrolera y proteger lo demás. Que se construya una política que beneficie a todos", concluyó Ipiña Leiva.
Millonaria inversión para cierre
El Gobierno decidió que el Campo Petrolero Xan se cerraría y para ello dispuso que se lleve a cabo un proceso de cierre, desmantelamiento y abandono del área.
Según estimaciones presentadas por el Ministerio de Energía y Minas (MEM), llevar a cabo el proceso de cierre técnico del campo en mención se necesitan al menos US$ 48.4 millones (Q 370.7 millones).
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El Congreso de la República, mediante el Decreto 27-2025 que contiene el presupuesto del Estado para el próximo año, destinó Q 154,992,366.00 para llevar a cabo el cierre técnico del campo petrolero, lo que significa que el próximo año el MEM recibirá el 41.7 % de los fondos necesarios para llevar a cabo esa terminación.
Durante una visita en agosto último, el presidente Bernardo Arévalo aseguró que los pozos petroleros dejaron de ser productivos hace mucho tiempo, y negó que haya invasiones en los terrenos del campo.
"La verdad es que son pozos que hace mucho dejaron de ser productivos, porque ahora, para poder sacar un barril de petróleo, había que inyectar y sacar contaminada 120 barriles de agua dulce", declaró el mandatario.
Según el mandatario, el petróleo que se extraía del campo es "sumamente pesado, sulfurizado" y "era mucho más difícil y caro tratarlo".
Aseguró que el petróleo del Campo Xan no es competitivo con relación al precio del petróleo en el mundo e insistió que "ya eran pozos prácticamente desactivados".
El mandatario insistió que en los pozos la producción estaba "más allá de la rentabilidad" y provocaban daños al medio ambiente, asimismo, aseguró que no existen invasiones de personas en los terrenos del campo.
