Por un curso libre durante el inter ciclo en la Universidad Rafael Landívar, Roberto Liao Vásquez junto a sus compañeros decidieron tomar un curso de teatro, el cual era impartido por una actriz guatemalteca, Patricia Orantes.
El tiempo del curso finalizó, pero la universidad vio potencial en el grupo y decidieron que el taller fuera permanente. Algunos del grupo original se retiraron y otras personas de diferentes carreras llegaron para recibir este curso.
La universidad cubrió costos de talleres adicionales de canto, vestuario, maquillaje, a cambio el grupo debía representar a la universidad en festivales.
El grupo inició proponiendo obras contemporáneas, pero su audiencia era poca, así que decidieron ir hacia el público, e hicieron un cambio de hacer obras infantiles, la primera fue "El Ladrón de Palabras", la que presentaban en las Escuela Fe y Alegría, aliadas a la Universidad Rafael Landívar.
"Era una obra en la que los niños aprendían de idioma español de una manera interactiva. A la maestra le robaban las vocales, al de deporte los signos de puntuación y los niños iban aprendiendo", añadió Roberto Liao Vásquez, productor de Rompecabezas.
Las presentaciones del grupo de teatro aumentaron al igual que su público. Al ser todos de diferentes carreras, cada quien debía trabajar su parte por separado, por lo que decidieron llamar al grupo, Rompecabezas y así se presentaban.
La llegada de la transformación para seguir creciendo
Con la llegada de Ciudad Cayalá, a Roberto se le ocurrió presentar un anteproyecto de la importancia de colocar un teatro en el centro comercial, partiendo que se proyectaba como una nueva ciudad.
Dos meses después de enviar su propuesta, recibió una llamada del centro comercial indicándole que les había gustado el proyecto y lo iniciarían en 15 días. Esa noticia llevó a Roberto a hacer una investigación de mercado y del público.
"La idea era con todo el equipo del taller de actuación, pero la mayoría ya tenían trabajos formales, así que solo dos amigas y yo comenzamos el proyecto en Cayalá", dijo.
Las funciones eran para familias con niños en edad preescolar hasta tercero primaria, y se llevaban a cabo en los pasillos de Ciudad Cayalá.
Pero con la llegada de la pandemia Rompecabezas tuvo que reinventarse para seguir funcionando.
Las madres de los niños, que disfrutaban los shows, llamaban diciendo que sus hijos extrañaban las obras de teatro, por lo que se empezaron a hacer videos y los compartían con las personas que los solicitaban.
"En mi mente estábamos despedidos, pero con afán de mantener el público, pedimos a Cayalá de publicar los videos en sus redes sociales, y se viralizaron rápido", compartió el productor.
Los videos llegaron al Zoológico la Aurora, quienes también buscaban tener sus propios shows, hasta llegar al Ministerio de Educación, donde Rompecabezas colaboró con el proyecto Aprendo en Casa, con cuentos y actividades de aprendizaje para preescolar.
Cuando las medidas comenzaron a bajar y ya se podía asistir nuevamente a los centros comerciales, Cayalá llamó y pidió que Rompecabezas iniciara con ellos.
"Me preguntaron, '¿Qué pensaba hacer?', debido a las restricciones que habían, entonces decidimos trabajar talleres de arte, hicimos islas y cuidamos de los protocolos de seguridad, desde entonces no he parado", añadió.
Rompecabezas ofrece talleres cada sábado y domingo por la tarde en Cayaland y también ofrecen el servicio para fiestas privadas, con cuenta cuentos, juegos y talleres de arte.
Para conocer las fechas de los talleres en Cayalá o tener más información de los eventos privados, Rompecabezas se encuentra en Instagram.
Cada reto es una oportunidad para innovar
Todo en rompecabezas es una invención, desde la adaptación de sus guiones para hacer de sus obras participativas con su público, dejar una pequeña enseñanza a su audiencia, hasta la producción.
Actualmente, el equipo de rompecabezas está conformado por dos personas, Roberto Liao y Ana Patricia Jacobo.
"Al momento de crear los guiones es muy divertido porque tenemos que resolver de qué manera dos personas vamos hacer toda la historia y hacer tantos personajes".
El ingenio los ha llevado a utilizar títeres, hacer actuación con sus voces para dar vida a sus personajes, e incluso han llegado a escribir sus propias canciones, las que están en el disco de Luca llamado "Rompecabezas", disponible en las plataformas digitales.
