Soy Emilio Pacheco, Guatemalteco, periodista, investigador, padre, poeta, soñador y hacedor de realidades; acompañante del acontecer nacional.
Crecí en una sociedad en guerra armada y vivo en una sociedad confrontada. En donde la falta de comunicación y del esfuerzo por comunicarnos, es aún muy grande. Crecí conociendo mas a la muerte que a la vida, crecí creyendo que los puentes rotos eran uno de nuestros símbolos patrios; Puente roto que me transmitía un sentimiento de desolación, que interrumpía la comunicación, los servicios, la convivencia, el comercio y la productividad.
Escribo, hablo y me esfuerzo por una Guatemala mejor, la de todos; la de mis hijos. En donde como principio elemental nos comuniquemos, nos entendamos. En donde podamos tejer en armonía una mejor sociedad. En la cual me veo como un puente, un puente de servicio, de comunicación entre unos y otros, un puente que nos una, hermane y nos fortalezca.
Escribo de nación, del sentido común en la administración pública y de justicia, escribo de política y transparencia. Con mi pluma y palabras anhelo ser un puente, que comunique, que hermane, que motive y que una.
Cuando me plantearon la oportunidad de compartir en este espacio una óptica de la situación nacional, no dude en aceptar, hoy aquí les comparto este primer artículo a manera de presentación, porque también soy de la generación del saludo, del gracias e incluso del adiós.
Aun me impactan las actitudes complacientes y cómplices de los grandes desastres nacionales, me cuesta explicarme como mediáticamente levantamos todo un revuelo porque un ministro sale en moto sin chaleco; Se vale, pero no se vale; Como levantamos otro revuelo porque el presidente declaro en México que "sufrimos" por su fútbol; Pero me pregunto, porque no levantamos el verdadero e importante revuelo; Por nuestras cortes, por nuestro Congreso, Por la desnutrición, Por la eterna violencia, Por la eterna corrupción. Porque nos dejamos llevar por distractores, que solo nos desvían la atención de los realmente importantes problemas de país.
Entendí que en la guerra interna no gano nadie, perdimos todos, y que en la actual confrontación social,tampoco va a ganar nadie, que seguimos periendo todos; entendí que si no nos comunicamos, nos matamos, entendí que la más mala comunicación, es mejor que el más perfecto de los silencios.
Entendí que aunque no comparta la línea de pensamiento de alguien o a veces me parezca intolerante ese alguien, este alguien quizá ama más a mi Guatemala que yo, o sea, comuniquémonos, comuniquemos para construir una ruta de país y comenzar a dejar ese sentimiento de generación fallida, porque aunque en lo individual se haga el mejor esfuerzo por darle un rumbo al país, como generación fracasamos.
Entendí que Guatemala ya no es de los mayores de 40 años, es de los jóvenes, y hoy entiendo más aun que si bien los jóvenes son mayoría, hay aun experiencia de los mayores que se debe y puede aplicar en la continua búsqueda de rumbo para el país.
Por eso es que yo, soy un puente; yo, soy 502.
