La excandidata a diputada habla del lado que la decepcionó de la política y lo que ha tenido que vivir.
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Marcela Blanco, excandidata a diputada de Semilla y ligada al proceso penal del caso "Toma Usac", habló en sus redes sociales del lado "no tan bonito" de la política guatemalteca.
En el video, la joven mencionaba "siempre me ha gustado hablarles honestamente y no quiero dejarlo de hacer", antes de explicar cómo es trabajar en política siendo joven y mujer.
"Ustedes ya saben todo lo que me ha pasado", decía Blanco. Marcela Blanco no logró un curul en el congreso y el 16 de noviembre fue arrestada en su domicilio luego de una serie de allanamientos realizados por el Ministerio Público y la Policía Nacional Civil. Salió el 27 de noviembre luego de pagar una caución económica de Q10 mil.
"Por ese lado si ustedes lo miran dirían 'no, no hay que meterse a este tipo de cosas'", dijo Blanco en el video. "Pero más allá de eso, hay otro tipo de situaciones por las que considero que es muy complicado estar en política", explica.
"Mi intención en este video es hablarles más de lo que no es tan bonito cuando estas en política, siendo joven y sobre todo, siendo mujer", detalló.
"Cuando entras, entras con mucha inocencia y muchas ganas de querer cambiar todo en un dos por tres, pero realmente no es así, es muy complicado", narraba la joven.
Según Blanco, en la política o cualquier espacio donde hubiese convivencia humana, hay problemas aunque todos tengan el mismo objetivo. Y explicaba que para los que no están acostumbrados a estar en un mundo muy competitivo, sobretodo si resaltaba más que los demás, es difícil saber en quién confiar.
"A mí me ha pasado muchísimo, que confías en una persona, ya sea porque piensas de que es la misma edad que tú, y van a tener una conexión y van a tomar fuerza una de la otra, y pues termina siendo todo lo contrario. Recibes muchas puñaladas en la espalda", relató la joven.
Según ella, esto sucede por envidia o porque reflejan sueños en ella que no hay podido cumplir, o solamente porque la consideraban competencia. Blanco también considera que esto puede suceder en otros espacios laborales, pero que en la política sucede más porque "se trata de ganar espacios y lastimosamente algunas personas piensan, por ejemplo, en yo hago el bien, pero no quiero que otras personas más hagan el bien".
Blanco no está de acuerdo con esa idea, porque desde su perspectiva, "cuando genuinamente quieres hacer algo para mejorar tu entorno, y el entorno de las demás personas, no lo quieres hacer solo tú", detallaba la excandidata a diputada.
"Y lastimosamente, y lo que más a mí me duele, y lo que más me ha costado hasta la fecha todavía es ponerme a pensar en porqué seguimos repitiendo los mismo patrones", explicando que las mujeres se ponen zancadilla entre ellas.
A todo lo anterior, le agrega una lucha de egos y el adultocentrismo, ideas en que se considera que las personas adultas son superiores a otras generaciones.
"A pesar de que seamos jóvenes estudiados, que aunque tengamos 24 años, y estemos cursando nuestro último año de maestría, no nos tomen en serio", relataba Blanco. Blanco es licenciada en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Rafael Landívar, y está estudiando una maestría en Administración Pública.
También habló de la persecución política, y explica que la familia sufre más que los presos políticos, o al menos así habría sido en su caso, detalla Blanco.