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Las alfombras de serrín, flores, corozo y frutas constituyen una de las costumbres y tradiciones más importantes de las celebraciones de la Cuaresma y Semana Santa en Guatemala, cuando familias se reúnen para elaborar alguna previo a las procesiones.
Adornar las calles con alfombras es parte de la cultura guatemalteca, y se trata de un arte efímero que se llenan de color y magia cada Semana Santa. La familia Gaytán elabora todos los años una de ellas para el paso de Jesús Nazareno del templo de la Merced en Antigua Guatemala.
Los Gaytán afirman que para la elaboración de esta alfombra invirtieron apróximadamente 1 mil 500 quetzales y junto a 8 miembros de la familia se llevaron cuatro horas para dejar listo el manto de colores y con olor a madera para el paso de la procesión.
