Una maestra invirtió su salario en equipo de protección para que sus alumnos pudieran asistir a clases presenciales.
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Ocurrió en Tupiza, una comuna al sureste de Bolivia, donde la historia de Aída Careaga, una docente de nivel primario se viralizó, pues utilizó su propio dinero para implementar medidas de bioseguridad que permitan a sus alumnos ir a clases como antes.
Aída montó una especie de cubículos de plástico que protegieran el pupitre de cada uno de los niños, de manera que hubiese distanciamiento social y protegerlos mientras aprenden.
“Cuando uno ama su profesión puede hacer miles de cosas. No me interesa cuánto haya gastado, sino que mis niños puedan aprender”, dijo al medio local RTP Bolivia.
Esta iniciativa surgió porque Careaga notó que sus alumnos no rendían igual, ya que no todos contaban con recursos para recibir clases de su casa.
El gesto de esta docente ha sido aplaudido por muchos.
Maestra destacada, destinó parte de su sueldo para implementar medidas de bioseguridad para que sus “niños” pasen clases. pic.twitter.com/HJWcBXwnBF
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