El proceso puede ser más complejo para quienes sean detenidos durante los asuetos de fin de años.
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Las detenciones por situaciones legales durante las festividades de Navidad y Año Nuevo no solo alteran las celebraciones familiares, sino que pueden desarrollarse con retrasos procesales y legales significativos para las personas involucradas.
Esto no se debe a que los juzgados de turno se paralicen durante las celebraciones, sino a la carga de trabajo de los órganos de justicia y particularidades del funcionamiento judicial en los días de asueto.
Durante estas fechas, aunque muchas judicaturas suspenden actividades regulares, los juzgados de turno continúan operando, especialmente para atender casos de flagrancia o detenciones urgentes.
El funcionamiento de los juzgados de turno durante los descansos de fin de año fue confirmado por el Departamento de Comunicación Social del Organismo Judicial.
Sin embargo, la atención puede ser más lenta y compleja que en jornadas normales, lo que supone contratiempos para quienes son conducidos ante los tribunales de justicia.
Julio Prado, abogado penalista, explicó que hay conductas que tienden a incrementarse en estas fechas como la violencia contra la mujer, escándalo en vía pública y riñas, situaciones que están ligadas al consumo de alcohol.
El experto señaló que las personas que sean conducidas a los juzgados por esta razón pueden encontrarse con retrasos en sus procesos debido al aumento de casos.
Además, situaciones como accidentes de tránsito también podrían sobrecargar el trabajo de los juzgados durante Navidad y Año Nuevo.
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Trabajadores de Organismo Judicial señalan que la carga de trabajo en los juzgados de turno tiende a incrementarse durante las fiestas de fin de año, ya que se combinan las festividades con un volumen mayor de casos derivados de las conductas que típicas de la temporada.
Una de las principales dificultades para quienes enfrentan este proceso en días festivos es el tiempo de espera para las audiencias, ya que una persona detenida en vísperas de Navidad o Año Nuevo puede pasar más tiempo en las carceletas en espera de ser atendida por un juez, situación que retrasará la resolución de su caso.
El marco constitucional guatemalteco establece que ninguna persona puede ser detenida, salvo por causa legal, y debe ser puesta a disposición de la autoridad judicial competente en un plazo no mayor a seis horas.
No obstante, la realidad operativa de los tribunales en asuetos puede generar demoras que en algunas ocasiones pueden contradecir los plazos constitucionales, aunque jurídicamente no se suspenden por los descansos.
La limitada disponibilidad de personal y la acumulación de casos podrían hacer que los procesos se prolonguen más de lo esperado, por lo que las personas detenidas durante las fiestas de fin de año seguramente se perderán las celebraciones.
Además de la espera prolongada para la audiencia de primera declaración, otras implicaciones legales son el aumento de los costos para la contratación de una defensa.
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Prado advierte que el pago de los honorarios de los abogados incrementa durante las fiestas de fin de año, pues la demanda aumenta y la oferta de profesionales para trabajar durante esas fechas disminuye.
Queda claro que, aunque el Derecho guatemalteco obliga a una pronta presentación ante las autoridades judiciales y la salvaguarda los derechos fundamentales de la persona detenida, las festividades pueden provocar contratiempos, ralentizar los procesos logísticos y plazos procesales, además de incrementar los costos asociados a la contratación de una defensa.
Todo esto puede generar un impacto negativo directo no solo en quienes son aprehendidos durante estos días, sino para su entorno familiar, pues las fiestas de fin de año no serán iguales que en otras ocasiones.
