Pablo Miranda se secó las lágrimas, respiró profundo y conmemoró el Día de las Madres ayudando a otras mamás.
El hombre, también conocido en las redes sociales como "Influencer de paca", narró que ese día se levantó muy triste, no tenía a quién festejar.
Su progenitora falleció en julio del año pasado, lo cual fue golpe muy duro que aún no logra sanar.
Su idea inicial era ir al cementerio donde descansan los restos de su mamá para dejarle flores y, así, compartir con ella un momento.
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Sin embargo, regresaba a su casa junto a su pareja sentimental cuando, de pronto, vieron a una mujer caminaba muy lento y con gran dificultad, apoyándose en un par de muletas. "Mi novia me dijo que vivía en nuestra colonia y que, regularmente, pagaba taxi para llegar a su trabajo, entonces viré para ir a buscarla y llevarla yo en mi vehículo, lastimosamente no la alcancé, pero se me ocurrió llevar gratis en mi carro a todas las mamás que pudiera", narró.
En mi primer 10 de Mayo sin mi mamá, decidí celebrarlo haciendo viajes gratis desde las 6 am de San Miguel Petapa hacia el Trébol, fue una experiencia única, se que mi mami sonreía en el cielo, la extraño tanto. ¿Cómo celebraste el día de las madres? Abro hilo. pic.twitter.com/v5L4zGrKYG
Fue así como se detuvo en la primera tienda que encontró, compró tinta para zapatos y escribió un letrero en el vidrio trasero de su carro: "Viaje gratis para mamá". Al principio creyó que no funcionaría porque, en tiempos de inseguridad, es muy difícil confiar. Sin embargo, su pareja lo acompañó y ella era la que le decía a las mujeres.
"Hicimos cuatro viajes desde San Miguel Petapa hacia El Trébol. Llevamos a más de 12 mamás, pues aprovechamos los tres espacios de atrás, algunas se quedaban antes de El Trébol, así que volvíamos a cargar", comentó Miranda.
Conocí a una señora muy esforzada, 6 hijos y trabaja vendiendo esponjas a Q2 cada una para ayudar a su esposo, hace 2 meses falleció su mamá, no importa la edad que se tenga, a la mamá se le llorará hasta que cerremos los ojos a esta vida. pic.twitter.com/bAskVbjDFR
Además de festejar de una manera única, Pablo tuvo una experiencia inolvidable, ya que logró conversar y compartir historias con las mujeres a quienes ayudó. Una de ellas le contó que trabaja vendiendo esponjas para ayudar en la economía familiar.

Con la voz quebrada y ojos llorosos, Pablo comentó que su acción le dejó una gran satisfacción. "No logro contener las lágrimas, la estamos pasando muy mal. Mi idea era ir a desayunar, echarle gasolina a mi carro y irme al cementerio, y terminé ayudando a varias mamás, la mayoría solteras. Ese fue mi regalo, así la extrañé", manifestó.
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