Inglaterra ya se veía en los cuartos de final, derrotaba 1-0 a Colombia y se jugaba tiempo de compensación. Parecía que los cafeteros volvían a casa cuando una acción cambió la historia.
Se cobró un tiro de esquina a favor del cuadro sudamericano, hasta el guardameta David Ospina fue a buscar el tanto milagroso, pero el protagonista fue otro.
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El defensor Yerry Mina saltó, le ganó a sus marcadores, y cabeceó el balón, que picó y se fue al fondo de la portería para el tanto del empate.
Se desató la locura colombiana, Mina festejó, fue a la tribuna, bailó y sello su festejo con una frase para la posteridad: "No fui yo, fue Dios", refiriéndose al gol salvador.
Sin embargo, este resultado no les alcanzó para continuar ya que perdieron en la tanda de penales. Inglaterra se llevó el triunfo y el pase a cuartos de final.
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