La situación política entre estas naciones podría provocar que la final de Champions League se traslade de ciudad.
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Medios británicos apuntan a la posibilidad de que se cambie el escenario de la final de la Champions League, prevista para el 28 de mayo en San Petersburgo, por el conflicto ruso-ucraniano.
El primer ministro británico Boris Johnson fue muy claro en el parlamento inglés: "Una nación como Rusia, que invade países, no puede albergar torneos de fútbol como la Champions".
El máximo organismo europeo ha emitido un comunicado en el que señala que "cualquier decisión se tomará a su debido tiempo si es necesario".

Los medios ingleses prevén que la final se podría llevar a cabo en el estadio de Wembley, pero habrá que esperar la respuesta final de la UEFA sobre esta situación.