Era un día normal de trabajo en el bulevar Tulam Tzu. Fernando Sas se disponía a buscar unas piezas para componer una caja automática en el taller mecánico donde labora cuando la voz de un niño lo distrajo de sus actividades.
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Era un pequeño de unos 7 años que vendía guaipe. Su hermano menor lo acompañaba, pero en en cuestión de segundos pudo haber sido la víctima de un terrible desenlace.
“Yo le pregunté al más grande si él era su hermano. De repente el pequeño sale corriendo al mismo tiempo que el camión recolector de la basura arranca. Yo le grité al piloto para que se detuviera, pero sé que era difícil que viera al niño. Por eso decidí lanzarme para salvarlo”, comenta Fernando, quien descansa en su casa debido a la lesión que sufrió.
Al momento que el mecánico logra poner a salvo al niño, no pudo recoger su pierna derecha y la llanta del camión pasó sobre su tobillo.
Mi hermano arriesgó su vida por salvar a este niño quien salió ileso. A mi hermano una llanta si le pasó sobre el pie, pero al ver el video pudo ser peor. pic.twitter.com/5pXk4bhX2R
— Luis Angel Sas (@luisangelsas) 18 de agosto de 2018
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“Cuando logré jalar la pierna es el momento en el que me caigo. Después me arrastré rápidamente para evitar que me pasaran las ruedas de atrás. Fue en ese momento en el que mis compañeros se dieron cuenta de la situación y llamaron a los bomberos”, relata.
En shock
Tras el impacto, el padre de los niños llegó y no podía creer lo que había pasado. Cuando las personas le reclamaron porqué había dejado a los pequeños solos, no podía reaccionar, incluso tuvieron que empujarlo para que se subiera a la ambulancia para los médicos le hicieran una evaluación al niño.
“A primera vista, el niño no se miraba golpeado, pero llamamos a los bomberos para que lo llevaran a un hospital y descartar algún daño. Algunas personas me han dicho que demande al padre, pero ¿cómo le voy a entablar una demanda a una persona que sale a la calle a ganarse unos centavos para su familia?”, manifiesta Fernando.
Casi un milagro
Pese a que la llanta del camión le pasó en el pie, la evaluación médica descartó un daño tan serio como se consideraba al principio.
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“El doctor me dijo que solo tenía una inflamación y debía guardar reposo unos 10 días. Yo tenía miedo de haberme roto un tendón, pero las radiografías descartaron cualquier daño grave”, agrega.
Fernando Sas se recupera en su residencia y recibe la atención de su esposa y los abrazos de su pequeño hijo, Pablo.
“Quizá fue el instinto paternal el que me hizo reaccionar y no pensé en las consecuencias de mis acciones”, puntualiza.
Su pasión
Fernando Sas trabaja desde hace varios años en el taller mecánico frente al cual sucedió el hecho. Cada día viaja desde la zona 18 hasta la zona 4 de Mixco para dedicarse a la reparación de cajas de automóviles automáticos.
Todos los días se levanta temprano para convivir con su familia antes de partir a su trabajo y viaja en moto. Sin embargo, aún deberá esperar varios días primero para caminar y luego para manipular su motocicleta.
Es el segundo de tres hermanos y se ha convertido en una inspiración de valor y amor al prójimo.
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