El mediocampista alemán Aaron Hunt protagonizó un episodio bastante particular el fin de semana en la Bundesliga, pues prefirió hacer valer el juego limpio y que el árbitro se retractara de un penal inexistente que había marcado a favor de su propio equipo.
Todo comenzó al minuto 75 del juego entre el FC Nüremberg y el Werder Bremen, que estos últimos ganaban 2-0 como visitantes.

Ante la acción, el árbitro central marcó penal, recibiendo alegatos de los jugadores locales. Tan pronto pudo pararse, Hunt, capitán del Werder Bremen, buscó al árbitro y aunque sabía que perjudicaría a su equipo con lo que diría, no dudó en confesar que la falta era inexistente y que no procedía marcar el penal.
El central no tuvo otra que anular el fallo inicial y terminó por marcar un saque de puerta mientras los jugadores del Nüremberg felicitaban a Hunt por su gran ejemplo
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