Los homicidios, amenazas de extorsión, secuestros, robos y otros delitos han quedado evidenciados en videos que graban las cámaras de vigilancia, los cuales se convierten en una evidencia más del crimen perpetrado por los señalados.
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"Videos han sido tomados en cuenta a partir de la implementación del código procesal penal, desde el año 1994, debido a que el principio de libertad probatoria, establece que cualquier medio que pueda arrojar información sobre el caso que se investiga, puede ser usado como prueba", explica Fanuel García, director de asistencia legal del Instituto de la Víctima (IV).
"Sin embargo, fue hasta el año 2000-2001 que empezaron a ser usados o tomados en cuenta en los tribunales, lo cual cada vez es más común, porque cada vez más gente tiene cámaras o un dispositivo para grabar el hecho", detalla.
Según Alejandro Arriaza, abogado penalista y exfiscal contra el Crimen Organizado del Ministerio Público (MP), esas imágenes se han convertido en una prueba que fortalece hasta un 90% las investigaciones, convirtiéndose, también, en pruebas reinas.
Antes de ser presentadas, las grabaciones son recolectadas por detectives de la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC), de la Policía Nacional Civil (PNC), quienes al llegar al lugar del hecho lo primero que buscan son cámaras para luego solicitar los videos.
Además, ofrecen total anonimato a quien colaboró, pues en ocasiones, incluso se usan estos videos que se hacen virales en las redes sociales.
Estas imágenes son entregadas a la Sección de Análisis Forense de Evidencia Digital, más conocida como video forense, en las que se extraen fotogramas y se mejoran con la ayuda de programas especiales, que permiten a los expertos ampliarlas, a tal punto de determinar la identidad del criminal o delincuente.
"Durante este proceso, se solicita la grabación de varias horas antes del hecho, a veces incluso días, para analizar e identificar si el o los responsables acechaban a su víctima o evaluaban las posibles rutas de escape, lo cual también ayuda a identificar el lugar desde donde operan", explica Menfil Fuentes, técnico de la sección de análisis forense de evidencia digital de la PNC.
De indicio a prueba
Luego, el resultado es presentado al fiscal encargado de la investigación, quien lleva este material ante el juez como una prueba vital del hecho en cuestión; el objetivo que se les autorice órdenes de allanamiento, captura e incautación de indicios, según el MP.
"El sistema de videocámaras representa una herramienta importante no solo para la investigación, sino también para la prevención del delito; han ayudado en la búsqueda de la verdad, aclaración de los crímenes y han servido para lograr condenas", afirma Francisco Rivas, exministro de Gobernación.
Rivas detalla que aunque las grabaciones no siempre representan la prueba reina, sí complementan las indagaciones como un argumento técnico que se complementa con vigilancias, escuchas y análisis criminales, que son de gran valor en los tribunales.
