Hay parejas seguras de lo que sienten, por ello deciden llevar su relación más allá caminando al altar.
Amuide y Douglas decidieron unirse en matrimonio pero al momento de dar el sí pasó algo sorprendente.
Ella respondió que sí, pero cuando fue el turno del él de hablar se produjo un incómodo silencio.
El joven se marchó hacia la salida de la iglesia dejando a todos con la boca abierta.
Los invitados estaban en shock y tenían cierta compasión hacia la novia que había quedado plantada en el altar mientras a ella no le quedó más remedio que sonreír.
El hombre encargado de casarlos intentó dar palabras de aliento a la joven:
En ese momento Douglas regresó con un cartel que decía "sí", en el que había ilustrado corazones y anillos.
El extraño momento fue una broma para la tranquilidad de todos, aunque muchos de los invitados seguían sin entender lo que ocurría mientras continuó la boda.
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CON INFORMACIÓN DE UPSOCL.
