Arte y lucha: el legado político de Isabel Ruiz
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De las grandes exponentes del arte guatemalteco, Isabel Ruiz es un ejemplo de cómo los artistas tienen la capacidad de reflejar en sus obras el sentir, no solamente de ellos mismos, sino de todo un pueblo, con el cual lo convierte en otro símbolo de la denuncia y resistencia.
Se formó en la Universidad Popular desde donde resistió a las restricciones impuestas por su familia. Fue alumna del maestro Roberto Cabrera, estudiante de la Escuela Nacional de Artes Plásticas a mediados de la década de los cincuenta.
En su formación artística también la acompañó el emblemático escultor Galeotti Torres.
Su recorrido por el arte exploró diferentes técnicas como el grabado, la acuarela, el performance, la instalación y la composición digital, una variedad de conocimientos que le dio la oportunidad de fusionar disciplinas para decir lo indecible.
La mezcla es clara al notarse intensa y visceral, pero con un toque profundamente político sin dejar, por un lado, lo poético. Se conoce que rasgaba papel como quien deja constancia de una herida, grababa con fuerza las placas como quien grita, utilizaba el cuerpo como un lenguaje que trasciende lo visual.
Sus obras tocan temas como el cuerpo femenino, la violencia del conflicto armado interno, la desaparición forzada, la infancia y la memoria histórica, recorren su trabajo.
Fungió como una educadora, donde también dio muestras de su pasión, ya que estaba completamente convencida del poder del arte para transformar las vidas de sus alumnos. Nació en 1945 y falleció en 2019.
