Los agujeros negros fue uno de los descubrimientos de los científicos el 2 de julio de 1967, cuando un grupo de satélites diseñados para detectar pruebas de armas nucleares registro un destello de rayos gamma que venían de una dirección diferente, el espacio exterior.
En la actualidad se tiene conocimiento que una vez al día el universo produce una explosión de rayos gamma que libera más energía en pocos segundos.
Según dio a conocer "The New York Times", el Instituto de Física de Frankfurt liderado por el astrónomo Luciano Rezzolla ha demostrado en un simulacro como se producirían estas explosiones.






