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La hacienda de 1568 que lo vio todo: Un viaje a la Guatemala colonial

  • Con información de Alfonso Guárquez/Colaborador
24 de diciembre de 2025, 07:00
Fachada actual de la Hacienda Argueta, un tesoro colonial que conserva siglos de historia. (Foto: Alfonso Guárquez/Colaborador)

Fachada actual de la Hacienda Argueta, un tesoro colonial que conserva siglos de historia. (Foto: Alfonso Guárquez/Colaborador)

La Hacienda Argueta sirvió como centro administrativo, residencia y convento, cuya estructura barroca, aunque en deterioro, aún conserva objetos de valor histórico y refleja el legado español y belga en el patrimonio de Guatemala.

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La Hacienda de San Juan Argueta se localiza en el altiplano occidental de Guatemala, a 138 kilómetros de la capital, sobre la ruta Interamericana. Este sitio es considerado uno de los escenarios históricos más relevantes de la región, con antecedentes que se remontan al periodo colonial, alrededor del año 1568.

La finca, según registros familiares, llegó a abarcar una amplia extensión territorial y se caracterizó por la diversidad de fauna y vegetación. La casa matriz de la hacienda fue construida en el siglo XVII bajo un estilo barroco propio de la arquitectura chapina, utilizando materiales tradicionales como adobe de barro arcilloso, techos de teja, pisos de ladrillo de barro cocido y estructuras de madera.

El inmueble tiene jardines y estructuras centenarias que conectan pasado y presente en Sololá. (Foto: Alfonso Guárquez/Colaborador)
El inmueble tiene jardines y estructuras centenarias que conectan pasado y presente en Sololá. (Foto: Alfonso Guárquez/Colaborador)

En los alrededores de la edificación aún se observan árboles y helechos de origen americano, además de especies introducidas durante la época colonial, como el eucalipto, que forman parte de los jardines y laderas del antiguo conjunto arquitectónico.

De acuerdo con la información proporcionada por Malena Margarita Medina Moreno, nieta de una de las propietarias, la hacienda fue adquirida por su familia a principios del siglo pasado, después de que sus bisabuelos llegaran desde Bélgica. Posteriormente, en la década de 1960, la propiedad pasó a manos de su abuelo.

Entre sus corredores se percibe la huella de los reyes de España y la vida colonial. (Foto: Alfonso Guárquez/Colaborador)
Entre sus corredores se percibe la huella de los reyes de España y la vida colonial. (Foto: Alfonso Guárquez/Colaborador)

Relatos históricos y familiares indican que el inmueble fue utilizado en distintos periodos como residencia, centro administrativo y, más tarde, como convento. Se menciona además que por este lugar habrían pasado personajes vinculados a la administración colonial, aunque estos datos forman parte de la tradición oral local.

Según la familia, parte de las tierras originales fueron donadas con el paso de los años a comunidades cercanas como María Tecún Ayala, aldea Argueta, Barraniché y Concordia, contribuyendo al crecimiento de los asentamientos en la zona.

Dentro de la hacienda se encuentra una laguna, con el mismo nombre, que complementa el paisaje. (Foto: Alfonso Guárquez/Colaborador)
Dentro de la hacienda se encuentra una laguna, con el mismo nombre, que complementa el paisaje. (Foto: Alfonso Guárquez/Colaborador)

Durante su etapa de mayor actividad, la hacienda funcionó como un importante centro productivo, generando empleo para decenas de familias de la región. Entre las actividades económicas se encontraban la ganadería, producción de lácteos y el cultivo de trigo, papa, melocotón, espárragos y hongos comestibles.

Actualmente, gran parte de la estructura presenta deterioro por falta de mantenimiento; sin embargo, la casa principal aún permanece en pie y conserva objetos considerados de valor histórico, que reflejan la vida en la región durante el periodo colonial y los primeros años de vida republicana.

En detalle

  • En los archivos coloniales aparece una escritura de venta de la hacienda "Lo de Argueta" fechada el 22 de octubre de 1758, lo cual evidencia su existencia y actividad económica ya en el siglo XVIII.
  • Los primeros propietarios documentados fue Hernando de Argueta Santizo, descendiente de conquistadores españoles, quien en 1614 dejó testamento para transferir sus bienes, incluida esta hacienda.
  • El nombre "Argueta" proviene de Juan de Argueta, un fraile español que, junto con otro fraile llamado Barraniché, estableció la hacienda en tiempos del rey Carlos V.

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