La aspirina ha sido reinventada con la nueva Aspirina Advanced, la cual incorpora tecnología alemana de micropartículas activas para que se disuelvan seis veces más rápido en el organismo. Por ello, actúa dos veces más veloz que la Aspirina regular, haciendo del dolor de cabeza y muscular cosas del pasado.
Estas nueve curiosidades de la Aspirina® te sorprenderán:
Quizá para ti el nombre Aspirina® suene natural porque es algo que ha existido desde que tienes memoria, pero fue la farmacéutica Bayer la que acuñó por primera vez dicho nombre. La “A” proviene de la acetilación, una reacción en el proceso, “spir” del Spirsäure, ácido salicílico en alemán, y la terminación “ina” por ser típica para que los medicamentos sean fáciles de pronunciar. Originalmente, la empresa debatió entre esta opción y “euspirina”, debido a que el público podría haber pensado que la medicina debía ser aspirada.
Desde que fue introducida al mercado en 1899, la aspirina es un medicamento infaltable en cualquier botiquín y hogar. Mundialmente, se consumen aproximadamente 2500 aspirinas por segundo. Se estima que en todos los Estados Unidos se consumen 42 toneladas de aspirina por día.

Más allá de su uso habitual, la aspirina puede emplearse de maneras que nunca imaginaste. Si tienes picaduras de mosquitos o insectos, intenta humedecer la piel en el área afectada y frota una pastilla de aspirina por unos momentos. La molestia desaparecerá en minutos. Una pastilla deshecha en un galón de agua ayudará a tus plantas a crecer fuertes o a reponerse al ser resembradas o cortadas. De la misma manera, si deshaces tres pastillas en una taza de agua caliente y remojas tu ropa por 15 minutos, podrás borrar esas molestas manchas de desodorante. ¡Hasta puedes hacer un peeling a base de aspirina!

Debido a su utilidad y a las posibles dolencias del viaje, los astronautas que viajaron al espacio en la misión Apolo 11 llevaban aspirinas en su botiquín. Neil Armstrong tenía una caja de aspirina a bordo, cuando aterrizó por primera vez en la Luna, en 1969. Esta medicina ha estado en órbita en todas las misiones espaciales desde entonces.


Durante la hiperinflación en América del Sur del siglo pasado, algunas personas utilizaron la aspirina como moneda de cambio, haciendo que su valor real superara al del dinero impreso.

Argentina consume aproximadamente una cuarta parte de todas las aspirinas que se toman en el mundo. Se estima que cada argentino toma una media de 80 pastillas anualmente.

La corteza del sauce blanco (Salix alba) es de donde se derivaba la salicina, uno de los componentes claves para el nacimiento de la aspirina. Aunque la aspirina existe hace un poco menos de 120 años, es desde la antigüedad que se creaban infusiones de esta corteza para aliviar la fiebre y la inflamación. Los antiguos egipcios la utilizaban medicinalmente, así como los chinos y sumerios, quienes descubrieron sus valores como analgésicos. En los textos de Hipócrates, uno de los nombres más importantes en la historia de la medicina, se describe extensamente su uso para aliviar dolores en sus pacientes.

Si algún día padeces de todos los síntomas de un infarto, tales como incomodidad o dolor en el pecho, falta de aliento, ansiedad y sudoración, toma una aspirina después de llamar una ambulancia. Doctores y paramédicos han afirmado que en distintas ocasiones, las aspirinas han ayudado a retardar los ataques cardíacos para dar tiempo a la llegada de los médicos.

Para terminar, ¿recuerdas del exitoso comercial "Es mi mochila"? Acá te lo compartimos:





