Un reciente estudio del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP) reveló que una de cada tres mujeres ha sido infiel en algún momento de su vida.
Los encuestadores entrevistaron a 3 mil 406 mujeres para llegar a esta conclusión y determinaron que la infidelidad femenina, al menos la confesada, es un fenómeno al alza.
En 1970, solo una de cada 10 reconocía haber mantenido relaciones fuera de la pareja; en 2001 la cifra subió a una de cada cuatro y la cifra siguió incrementándose.
Uno de los datos más perturbadores del estudio es que el 23% de las encuestadas admite que caería en la tentación si se le garantizara de antemano que nadie se enteraría nunca del desliz.
Vivir en un área urbana y tener estudios universitarios aumenta las posibilidades de infidelidad. Cuatro de cada diez mujeres con un título de educación superior, reconoce que podría llegar a ser infiel en un momento dado, mientras que solo tres de cada diez que no han llegado a la universidad contemplan la posibilidad.
Las cifras son mayores si se reducen los parámetros para medir una infidelidad: más de la mitad admite haber tenido sueños húmedos con una persona distinta a su pareja y casi el 50% reconoce haber besado o haberse dejado querer por un tercero mientras mantenía una relación estable.
Casi seis de cada diez mujeres no consuma la infidelidad por miedo a cómo la revelación de esta puede afectar a su familia, mientras que poco menos de la mitad no la lleva a cabo por temor a que la infidelidad sea finalmente descubierta por su pareja.
*Con información de El Mundo