El guatemalteco es señalado de haber asesinado a su amigo en Estados Unidos, tras una discusión.
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Casi un mes después de que lo condenaran por un asesinato ocurrido en la década de 1990, en la ciudad de Attleboro, un guatemalteco conoció este viernes 5 de diciembre que deberá pasar el resto de su vida tras las rejas por dicho crimen.
El Tribunal Superior de Fall River sentenció a Mario René García a cadena perpetua con posibilidad de ser liberado condicional en 15 años, con crédito de 1,088 días cumplidos, tiempo que ha estado tras las rejas desde su detención.

El hecho por el que se acusó al compatriota se remonta a la noche del 16 de noviembre de 1991, cuando tuvo una discusión con su amigo Ismael Jesús Recinos García, de 28 años. Según la fiscalía, este último lo señaló de robarle unas joyas.
Al calor de las copas, el guatemalteco, de entonces 19 años, se enojó, le clavó un cuchillo en el pecho a la víctima y huyó del lugar. Varios testigos lo identificaron, lo que provocó que el hombre huyera del estado y, posteriormente, del país.

Buscado por el FBI
Las autoridades descubrieron que el fugitivo regresó a Guatemala, así que lo incluyeron en la lista de los más buscados del FBI.
No fue hasta diciembre de 2022 cuando lo capturaron en colaboración con la PNC en una granja de camarones en Iztapa, Escuintla, donde vivía bajo un alias.
Meses más tarde lo extraditaron a Massachusetts, donde permaneció en prisión preventiva hasta que un jurado lo halló culpable de asesinato en primer grado el pasado 7 de noviembre.

*Con información de Fall River Report.




