Las autoridades del Banco de Guatemala estimaron las implicaciones del posible impuesto que analizará la Cámara Alta de Estados Unidos a las remesas.
OTRAS NOTICIAS: Impuesto a las remesas podría afectar a 6 millones de guatemaltecos
La Cámara Alta del Congreso de Estados Unidos tiene en sus manos decidir si da vía libre al paquete tributario aprobado, que incluye un nuevo impuesto para las remesas consistente en un 3.5 por ciento, impacto cuyos efectos fueron analizados por las autoridades del Banco de Guatemala (Banguat).
Dicho tributo, contenido en un paquete de leyes aprobadas por la Cámara Baja, se traducirá en unos US$860 millones anuales en el caso de Guatemala.

Según las expectativas del gobierno estadounidense, dicho paquete de normas tiene como objetivo impulsar el crecimiento económico de dicho país en un 5.2%, evitando así aumentar la deuda nacional que hasta el momento asciende a 36 billones de dólares (aproximadamente 280.8 billones de quetzales).
Las proyecciones
De acuerdo con la proyección formulada por el Banguat, las remesas familiares mostraron un crecimiento de 16.8% y un flujo en divisas de 9,233.4 millones de dólares al 22 de mayo último. Por aparte, se estima que, a final del presente año, el crecimiento sea de un 9%, con un flujo de Q23,446.1 millones.
"El año entrante, el crecimiento se estima en el valor central de 5% y este valor sería alrededor de US$24,600 millones", dio a conocer Johny Gramajo, gerente económico del Banguat, durante la última conferencia de la Junta Monetaria.

"Efecto social"
Según los cálculos, el total del impacto estimado representa el 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB) y de acuerdo con Gramajo "en términos macroeconómicos el efecto no sería sustancial, pero debemos recordar que las remesas familiares tienen un efecto económico pero también social.
También citó que en la mayoría de casos, el migrante absorbe el costo y sólo están exentos los estadounidenses, por lo tanto, para un 95 por ciento de la población hispana en EE.UU, dicho impuesto sería aplicable.
Según el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, para el 30% de los beneficiarios regulares, las remesas son el único ingreso.