Durante un concierto de Pharrell Williams, el cantante invitó a varios niños a subir al escenario mientras interpretaba "Happy", pero para sorpresa de todos, uno de los pequeños se robó las miradas del público.
Dylan, de tan solo 7 años, empezó a ganarse los aplausos de los presentes por su tan peculiar forma de bailar, lo que terminó de llamar la atención de Williams, quien lo sacó del grupo y lo puso al frente.
El pequeño no se sintió para nada intimidado y sacó a relucir sus mejores pasos de baile, ante la mirada atónita de Pharrell y los gritos de su padre, que grababa el momento con su cámara. El cantante intentó seguirle el ritmo, pero mejor optó por dejar para el pequeño toda la atención y dedicarse a interpretar su tema más popular.
Con información de elsalvador.com.






