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  • Por Soy502
25 de octubre de 2013, 10:48
#Descubrimiento
El Speleonectes tulumensis habita en cuevas centroamericanas y es un tipo de crustáceo de la familia de los remípedos (Cortesía de Björn von Reumont/Natural History Museum).

El Speleonectes tulumensis habita en cuevas centroamericanas y es un tipo de crustáceo de la familia de los remípedos (Cortesía de Björn von Reumont/Natural History Museum).

Aunque fue visto por primera vez hace tres décadas, no es sino hasta ahora que los científicos han determinado que el Speleonectes tulumensis es el primer crustáceo conocido por la ciencia que emplea veneno para capturar a sus víctimas.

El animal segrega una neurotoxina que le permite cazar y digerir a sus presas. Esta especie, que pertenece a la familia de los remípedos, se ha encontrado dispersa en cuevas centroamericanas, especialmente en piscinas naturales donde el agua brota de redes subterráneas y que para los mayas representaban la puerta de entrada al inframundo.

Observarlo no es habitual pues, además de su color pálido y su tamaño minúsculo, suele habitar en zonas de difícil acceso para los humanos, según explican investigadores del Museo de Historia Natural de Londres, Inglaterra, en la revista Molecular Biology and Evolution.

Éstos descubrieron que el Speleonectes tiene en sus pinzas frontales estructuras y músculos capaces de canalizar y bombear fluídos, así como glándulas corporales que segregan sustancias tóxicas conectadas a depósitos.

Durante el estudio se logró determinar que la sustancia que segregan está compuesta principalmente de péptidos, unas enzimas presentes durante el proceso digestivo y que también se encuentra en el veneno de las serpientes de cascabel.

"Se cree que la neurotoxina paraliza a la presa para que no pueda huir mientras que los péptidos permiten que los remípedos se beban a sus víctimas como si fueran un batido", comenta el experto Ronald Jenner.

Aunque esta capacidad es común en artrópodos como las arañas, escorpiones o avispas, nunca antes se había localizado en las 70 mil clases de artrópodos conocidas, entre las que se encuentran diferentes tipos de camarones y cangrejos.

Por el momento, se desconoce el efecto de estas sustancias en las personas a lo que Jenner añade "a menudo hemos escuchado de buzos que han muerto estas cuevas en circunstancias misteriosas. Me pregunto si los remípedos podrían ser responsables de ello. Y, si lo fueran, entonces los mayas tenían razón después de todo".

Con información de EFE.

 

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