Mediante una nueva ley, se pretende que el Hospital Federico Mora no sea el único en atender trastornos mentales en el sector público del país.
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Incrementar el número de psicólogos y psiquiatras que atienden en el sistema nacional de salud pública, es el objetivo de una iniciativa de ley que se impulsa en el Congreso.
La diputada oficialista Laura Marroquín presentó el proyecto este lunes 12 de mayo e indicó que una de las metas es descentralizar los servicios que brinda el Hospital de Salud Mental Federico Mora.

Para lograr tal cometido, en la iniciativa se plantea la obligatoriedad de asignar recursos al Ministerio de Salud para reforzar sus capacidades en la materia.
Esto abarcaría los tres niveles que componen el sistema público, dijo Marroquín; asimismo, resaltó la importancia de intervenciones desde el ámbito comunitario hasta el hospitalario.
Si la ley se aprobara, tales servicios se brindarían de manera gratuita a la población.

La salud mental en Guatemala
Un estudio efectuado en 2023 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), arrojó cifras que esa entidad calificó como "alarmantes" en materia de salud mental.
Según los datos que divulgó a finales de ese año, solo entre enero y julio hubo 34,178 guatemaltecos diagnosticados con un trastorno mental y de comportamiento. De ellos, casi el 40% eran menores de 19 años.
"Los trastornos más frecuentes que padece la población guatemalteca son la depresión, ansiedad y otros, debido al uso de sustancias psicoactivas", informó Unicef.
Además, hizo ver que el 57% de los suicidios reportados durante el año anterior involucró a adolescentes y jóvenes entre 11 y 30 años.

Ante tal situación, el ente internacional emitió una serie de recomendaciones, que engloban tanto al sector público como al privado. Entre ellas figuran:
- Invertir en salud mental enfocándose en la prevención para niños y adolescentes.
- Ampliar y descentralizar servicios de salud mental, haciéndolos accesibles a todos.
- Promover la crianza positiva que respalde la salud mental de padres y cuidadores.
- Incorporar la salud mental en el currículo educativo de todos los niveles.
- Combatir el estigma en torno a los trastornos mentales, fomentando el diálogo abierto.
- Crear servicios de protección a la niñez, para brindar abordaje terapéutico a la niñez víctima de violencia.