Un paso de la marchista Mirna Ortiz, y, un paso atrás viene Joshua y Ronin, sus hijos, quienes la miran y la siguen en el camino, no sólo del deporte sino el más importante: el de la vida.
La miran y la tratan de imitar, Mirna responde con una sonrisa. Así son algunos entrenos de la marchista guatemalteca clasificada a los Juegos Olímpicos de Río 2016, cuando puede compartir con sus hijos.
Los viajes y las giras de entreno la alejan algunas semanas de sus hijos, pero ellos con el transcurrir del tiempo han entendido que su mamá se gana así la vida. "Yo le deseo lo mejor a mi mamá, sé que ha ganado muchas cosas y estoy orgulloso de ella", contó Joshua, el hijo mayor de Mirna.
Las marchistas Mirna Ortiz y Mayra Herrera son las únicas madres clasificadas a los Juegos Olímpicos de Río 2016; entre la delegación de 17 deportistas con plaza asegurada.




