Desde hace más de 75 años, en el país se cobra un impuesto por cada casa o terreno heredado.
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En 1947, durante el gobierno de Juan José Arévalo, padre del actual presidente de Guatemala, se creó un impuesto que deben pagar todas las personas que reciben una herencia.
El tributo está normado en el Decreto 431 y establece diversos porcentajes para calcular el monto a pagar. Esto se efectúa con base en el valor del bien que se hereda, el cual suele ser una casa o terreno.
El fisco lleva 77 años recibiendo fondos por ese impuesto, pero eso podría cambiar, pues en el Congreso se analiza la posibilidad de derogar la ley.
Recientemente, el pleno de diputados conoció la iniciativa 6376, la cual solo contiene tres artículos y busca dejar sin efecto el cobro de ese gravamen. Ahora, la propuesta debe ser analizada por la Comisión de Economía y Comercio Exterior.

En detalle
El diputado Cristian Álvarez es el ponente del proyecto e indicó que el propósito es beneficiar a "aquellas personas que han logrado construir un patrimonio y lo quieren heredar de una manera legal, ordenada".
A decir del parlamentario, el impuesto ya no tiene razón de ser y eliminarlo garantizaría "los derechos de propiedad para quien va a recibir la herencia".
Además, resaltó que el Estado no se vería afectado de manera considerable al dejar de recibir el tributo, ya que en los informes recientes se habla de una recaudación aproximada de Q39 millones en ese rubro.
Si la iniciativa se aprobara, no solo se dejaría de cobrar el impuesto, sino que habría una exoneración para los casos que estuvieren en proceso.