Cuando tu equipo recibe una goleada, suele ser un trago amargo que tarda hasta varios días digerir. Muchos aficionados reaccionan con tristeza y enojo a estas situaciones y a veces buscan responsables.
Así lo hizo un hombre que ingresó al final del partido entre el Dunarea Calarasi y el Farul, equipos de la segunda división de Rumania, el cual terminó 6 a 1 a favor del Dunarea.
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Cuando el partido ya había terminado, un hincha del equipo goleado invadió el terreno de juego para agredir al portero Alexandru Gudea, a quien alcanzó a darle un golpe en el rostro, antes de que fuera sometido por la policía.
El guardameta no pudo contener su enojo y le propinó un par de golpes al aficionado cuando ya se encontraba tirado en el césped y sujetado por los oficiales, lo que le valió la tarjeta roja.
*Tomado de www.lanaciondeportes.com






