La alianza rebelde siria de Hayat Tahrir al Sham (HTS) derrocó a Bashar al Assad y puso fin a un gobierno de 24 años.
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Una onfensiva islamista contra el gobierno de Bashar al Asad, que se inició en Siria el pasado 27 de noviembre, ha provocado la huida de quien se autodenominaba el único líder viable para esa nación.
Los momentos más tensos se vivieron este sábado 7 de diciembre, cuando los rebeldes lograron conquistar varias ciudades controladas por Al Asad, quien para entonces ya estaría fuera del territorio.
El grupo es liderado por los islamistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS) y este domingo 8 de diciembre anunció su entrada en Damasco, la capital del país, tras confirmar que "El tirano" Al Asad "huyó".
Con esto, se pone fin a un mandato de 24 años, en cual se gobernó "con puño de hierro". La mitad de ese período estuvo marcado por la represión con violencia ,una revuelta prodemocrática en 2011, que se transformó en una de las guerras más sangrientas del siglo.
Las celebraciones
Cientos de personas salieron este domingo a las calles de Damasco y de Estambul, en Turquía, donde vive una diáspora de medio millón de sirios, para celebrar la "huida" de al Asad de la capital siria, ahora en manos de los rebeldes.
En la capital siria resonaron disparos de júbilo y plegarias religiosas por los altavoces de las mezquitas, y en Estambul centenares de desplazados se congregaron frente a la gran mezquita del barrio de Fatih, pese a la fuerte lluvia.
"Es increíble, tenemos la sensación de renacer", comentó en Estambul Sawan Al Ahmad, que llevaba a su hijo de la mano.
Esta mujer vivió en 2011 los primeros meses del despiadado asedio de Homs por las fuerzas del régimen de Al Asad, antes de huir a Turquía, que acoge a 3 millones de refugiados sirios. Ahora, le ilusiona la idea de llevar a su hijo "a su tierra".
Las escenas de este tipo se han replicado en distintas ciudades, donde la población celebra la "caída del clan Asad" tras más de medio siglo en el poder.
"Cultura del miedo"
Antes de que amaneciera, Damasco se vio sacudida por cinco fuertes explosiones de origen desconocido, probablemente tiros de artillería o explosiones en depósitos de municiones, según un soldado huido que pidió el anonimato.
"Nuestro superior directo nos dijo que teníamos que retirarnos y volver a casa", dijo a AFP, y agregó: "Entendimos que todo había terminado".
En redes sociales, periodistas, funcionarios y diputados sirios cambiaron sus fotos de perfil por imágenes de la bandera de la oposición.
Waddad Abd Rabbo, redactor jefe del diario Al Watan, afín al gobierno, manifestó: "Lo único que hacíamos era ejecutar órdenes y publicar la información que nos enviaban", refiriéndose a las autoridades.
"Quizá éramos prisioneros de una cultura del miedo. O teníamos miedo del cambio, pues pensábamos que esto nos conduciría a la sangre y al caos", expresó, por medio de Facebook, el actor sirio Ayman Zidan.
"Pero aquí estamos, a las puertas de una nueva era, con hombres que nos han impresionado por su nobleza y una cultura del perdón, y el deseo de restaurar la unidad del pueblo sirio", agregó, aludiendo a los rebeldes.
A varios de estos últimos se les ha visto en las calles de Damasco, con ropa de camuflaje, arrodillándose para besar el suelo o rezar. Otros se hacían fotos, entre el ruido incesante de los disparos de armas automáticas.
No se conoce su paradero
Rusia afirmó este domingo que Bashar al Asad renunció al cargo y se fue del país, sin precisar su destino.
"Como resultado de las conversaciones entre Asad y participantes del conflicto en el territorio de la República Árabe de Siria, él tomó la decisión de dimitir del cargo de presidente y dejar el país", informó el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, y aclaró que su gobierno no participó en tales conversaciones.
Asimismo, hizo ver que el presidente sirio dejó "instrucciones para que se proceda a la transferencia pacífica del poder".