Se acerca el Clásico, el partido que más veces se ha jugado en la Liga Española y aunque la historia favorece a los blancos con un balance de 92 ganados, 88 perdidos y 48 empates, el Madrid está obligado a mostrar otra cara. El 2014 terminó casi inmejorable para los merengues con una racha de 22 victorias consecutivas y líderes en la Liga con una distancia de cuatro puntos sobre el Barcelona, pero tras el descanso de fin de año todo se vino abajo.

El equipo de Ancelotti superó la lesión de Modric en noviembre y arregló el medio campo con Isco, James, Kroos y Bale. El malagueño mostró su mejor juego y las cosas parecían ir bien en ese sector. Este año, fue como verlos empezar de cero. Las exigencias en defensa fueron cada vez más fuertes sin Ramos. Varane ocupó su lugar y a pesar de la precisión que tiene para defender faltaba actitud y garra. Kroos se vio obligado a retrasar mucho su posición y apenas tuvo descanso. La lasitud del alemán se hizo aún más evidente tras la lesión de James. Ni Khedira ni Illarramendi pudieron ocupar el lugar del colombiano o aliviar la ausencia del croata.
Con este panorama, el Madrid dejó puntos importantes en la Liga que este fin de semana le pueden pasar factura. Desaprovechó un desliz del Barcelona ante el Málaga para mantener la distancia, fue eliminado de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid (además de la goleada que le dieron los colchoneros en Liga 4-0), y estuvo a punto de quedar eliminado en los octavos de la Champions en casa frente a un atrevido y rejuvenecido Schalke.

Por otro lado, la historia del Barcelona es totalmente diferente. Luis Enrique se antepuso a las críticas y encontró la fórmula. Messi regresó a su nivel y la conexión con Suárez y Neymar está mejor que nunca. El tridente ofensivo ha marcado 43 goles en los últimos 19 partidos. Los blaugrana jugarán a la final de la Copa del Rey, avanzaron a cuartos de final de la Champions League con un marcador global 3-1 ante el Manchester City, y recuperaron el liderato de la Liga Española.
Además, los resultados varían poco cuando están en el campo los jugadores titulares o cuando Luis Enrique le da minutos a la banca. De cualquier forma superan los obstáculos, tienen la posesión por arriba del 60 por ciento en casi todos los partidos, aprovechan los espacios, tienen velocidad y mucho gol.
El Madrid recuperó la posesión con Modric y la actitud con Sergio Ramos, pero enfrentará su mayor reto de este año ante su máximo rival y en su peor momento. Y aunque pareciera evidente que el Barcelona tiene las de ganar, en el fútbol nada está escrito.






