Científicos del Instituto Max Plank de Investigación del Sistema Solar indican que el cometa Ison alcanzará su máxima aproximación al Sol el próximo 28 de noviembre, cuando pasará a solo 1,2 millones de kilómetros de este astro. Su órbita es hiperbólica abierta, por lo que ésta será la primera y última vez que lo podremos ver.
En los últimos días, se ha detectado un incremento abrupto de su brillo, lo que puede deberse, según los expertos, a la fractura de su núcleo. Ello ha creado el efecto de dos alas desplegadas, captado por imágenes teléscopicas. Una de las colas que parten de la "cabellera" del cometa es de gas y la otra de polvo.
Ison fue descubierto en septiembre de 2012, pero no fue sino hasta el 1 de noviembre último que un estallido dobló la cantidad de gas emitido. Una segunda explosión se produjo el día 14.
Los astrónomos desconocen qué sucederá cuando se aproxime más al Sol, pero en caso de no desintegrarse se espera que el 26 de diciembre tenga su máximo acercamiento a la Tierra, al pasar a 60 millones de kilómetros de la misma. De ser así, podríamos ver una fina y duradera lluvia de estrellas fugaces proveniente del cometa, según expertos.
Para observar este cometa los expertos indican lo siguiente:
- Lo mejor es utilizar prismáticos o un telescopio.
- En estos días, el cometa se encuentra cerca de la estrella Espiga, alfa de la constelación de Virgo.
- Se observa mejor minutos antes del amanecer.
