La “estrella de la muerte" real que astrónomos encontraron recientemente destruyendo un planeta sigue desintegrando otros objetos en el espacio. Este hallazgo podría dar pistas sobre cómo estos objetos desgarran sistemas planetarios.
La estrella muerta es una enana blanca conocida como WD 1145+ 017, que se encuentra a unos 570 años luz de la Tierra en la constelación Virgo. La mayoría de las estrellas, incluyendo el Sol, se convertirán en enanas blancas algún día.
- TE PUEDE INTERESAR: Científicos buscan reconstruir momento de extinción de los dinosaurios

"Nuestro sol se inflará algún día para convertirse en una estrella gigante roja, acabando con Mercurio y Venus y tal vez la Tierra, antes de convertirse en una enana blanca", dijo el autor principal del estudio, Boris Gänsicke, un astrónomo de la Universidad de Warwick en Inglaterra.
Ahora Gänsicke y sus colegas encuentran que este sistema de enana blanca ha evolucionado rápidamente tan sólo unos meses desde su descubrimiento.
Los investigadores sugieren que estos organismos no son rocas gigantes, sólidas, sino enormes nubes de gas y polvo que fluye de las rocas más pequeñas que ahora se están deteriorando.





