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Eclipse lunar, maravilla en el cielo

  • Por Soy502
09 de abril de 2015, 08:44
Así se vio el eclipse lunar esta Semana Santa. (Foto: Iván Ramanish Castro Peña).

Así se vio el eclipse lunar esta Semana Santa. (Foto: Iván Ramanish Castro Peña).

La Semana Santa de este año estuvo cundida de nubes. Incluso cayó la lluvia en más de una ocasión. Por eso, los aficionados a la observación de fenómenos celestes teníamos cierto temor a que el eclipse lunar del 4 de abril pasado no se mirara. Iba a ocurrir en la madrugada, en una posición difícil para observar. La luna estaría ya casi cayendo en el horizonte occidental. Habría interferencia de montañas, árboles, casas y edificios. Todo esto amenazaba una buena observación, pero también la hacía un reto. Solo quedaba esperar y salir a verlo. La hora, difícil. A las 4:16 de la madrugada cuesta levantarse para muchas personas, menos para un astrónomo aficionado. 

En compañía de mi madre y su perrito “Harry Potter”, nos levantamos a las 3:30 am. Ella fue la única de la familia que quiso acompañarme, su apoyo incondicional, como siempre me alegró mucho. “Hay nubes pero la Luna se mira”, dijo al salir al patio de su casa. Eso era una buena noticia. Me abrigué, bufanda en el cuello, gorra en la cabeza, binoculares 11 x 80  y listo. Estábamos preparados para observarlo.

De pronto, las nubes empezaron a llegar. Se pusieron más densas y oscuras. La Luna desaparecía por momentos. A sólo minutos de que empezara el eclipse estaba desapareciendo. “No se va a ver”, fue lo primero que dijimos, pero vimos que había fuerte viento del norte y eso nos tranquilizó. “Si se mantiene así, lo veremos, aunque sea por momentos”, dije, “el viento moverá las nubes”.

Y así fue. Pocos minutos antes de inicio, la Luna comenzó a ponerse rara. Se miraba como plana en un lado, lo cual es la señal de que está a punto de entrar en la umbra. Se llama “umbra” a la sombra que la Tierra proyecta en el espacio al ser iluminada por el Sol. A las 4:16 de la mañana lo oscuro se hizo firme y pudo observarse una luna imperfecta, un disco lunar que no era completamente redondo, sino con un pedazo de menos.

Así se apreció el inicio del eclipse lunar de abril 2015, en la costa sur de Guatemala. (Foto: Rubén Castillo)
Así se apreció el inicio del eclipse lunar de abril 2015, en la costa sur de Guatemala. (Foto: Rubén Castillo)

Las nubes pasaban delante de la Luna escondiéndola por ratos. A veces pensábamos que ya no la veríamos, pero en eso brillaba otra vez. “El eclipse está avanzando. La Luna ya está entrando en la sombra de la Tierra”, hablaba yo en voz alta, puro loco, al mismo tiempo que observaba el contorno redondo de la sombra con mis binoculares y a simple vista, imaginando mentalmente el Sol atrás, la Tierra en medio, proyectando su cono de sombra y la Luna entrando en él. ¡Maravilloso, espectacular! El mecanismo celeste estaba funcionando ante nuestros ojos, como los engranajes de un gran reloj. Un reloj de gran precisión que trabaja desde hace millones de años. La ley de la gravitación universal se cumplía, Newton, Kepler, todos juntos en ese momento.  ¡Es una cosa emocionante!  

El eclipse avanza, la sombra de la Tierra se proyecta sobre la Luna. (Foto: Eduardo Rodríguez, Costa Rica).
El eclipse avanza, la sombra de la Tierra se proyecta sobre la Luna. (Foto: Eduardo Rodríguez, Costa Rica).
 

Llegando a las 5 de la mañana, el eclipse estaba a la mitad del camino. Se podía observar algo que no se ve todos los días. La sombra de un planeta, nuestro planeta, proyectada sobre el terreno lunar. “Es redonda, ¿lo ven?”, seguía diciendo yo a mi madre y Harry Potter.  “Los antiguos observadores del cielo seguramente la observaron decenas de veces, cientos de veces. Ellos concluyeron que nuestro planeta era redondo. Eratóstenes, lo sabía. Hiparco lo sabía. Siglos antes de Cristo. El mito de que nadie sabía que la Tierra era redonda hasta Cristóbal Colón debe ser descartado. Los maestros ya no enseñan eso a los niños, o al menos eso espero”.    

Volviendo al eclipse, al avanzar más, la Luna bajaba en altitud y se encontraba apenas encima de lo techos de las casas. Para unos observadores situados en México, los edificios impidieron seguir viéndola y quedaron decepcionados. Para otros como los que se encontraban en Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, la Luna todavía podía verse unos minutos más si nos movíamos a buscar un claro, en mi caso, salir a la calle fue la única opción, buscando un claro donde pudiera seguirse viendo, sin dejar de perder la seguridad, dentro de una cuadra cerrada y vigilada por guardianes. 

La Luna sobre unas casas, en Costa Rica. (Foto: Alejandra León-Castellá).
La Luna sobre unas casas, en Costa Rica. (Foto: Alejandra León-Castellá).

Otros observadores guatemaltecos, mejor ubicados en la capital y en otros puntos de la república, tuvieron mejor visibilidad, un horizonte despejado, logrando captar los últimos momentos del eclipse antes de que la Luna se ocultara. Las imágenes de las bellas fotografías logradas muestran que ya se notaba el color rojizo de la totalidad.

En esta imagen se aprecia el eclipse a un 80%, cuando la Luna se está tornando rojiza. (Foto: Rubén Castillo).
En esta imagen se aprecia el eclipse a un 80%, cuando la Luna se está tornando rojiza. (Foto: Rubén Castillo).

Algunos detalles del eclipse que es bueno saber son que se llama “Totalidad” al momento en que la Luna está 100% inmersa dentro de la sombra de la Tierra. A medida que la Luna penetra en la umbra adquiere una tonalidad rojiza que es causada por la atmósfera terrestre, que filtra la luz del sol dejando pasar solo las longitudes de onda largas  que corresponden a los colores rojo y anaranjado. Por cierto que ese cuento de las “Lunas de Sangre” con el que quieren asustar a la gente algunos fanáticos religiosos, nada que ver con la realidad.

La Luna, color naranja, se oculta tras las montañas de Guatemala en el eclipse de abril 2015. (Foto: Jesús Alonso).
La Luna, color naranja, se oculta tras las montañas de Guatemala en el eclipse de abril 2015. (Foto: Jesús Alonso).

En resumen, el eclipse lunar del 4 de Abril de 2015, dejó buen sabor de boca a la mayor parte de los observadores del cielo. Como dato interesante, el próximo eclipse total de Luna ocurrirá también este año, el domingo 27 de Septiembre iniciando a las 7:08 PM, y se verá completo si las nubes lo permiten. ¡Cielos despejados!

 

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