El limosnero del Papa, Konrad Krajewski, desveló el deseo del Papa Francisco de salir con él por las noches para llevar ayuda a los pobres, en declaraciones que publican hoy los medios de comunicación italianos.
A la pregunta sobre si Francisco ha salido del Vaticano y le ha acompañado alguna vez, el obispo polaco se limitó a contestar: "¡Siguiente pregunta!", lo que ha alimentado las especulaciones sobre la posibilidad de que el papa argentino haya salido de incógnito del Vaticano.
El arzobispo polaco, de 50 años, recordó que Francisco le dijo tras nombrarlo: "No te sentarás detrás del escritorio. Lo puedes vender. No esperes que la gente llame a tu puerta, ve a buscarla. Te quiero entre la gente para que lleves mi caricia a los pobres, a los desheredados, a los últimos".
"Cada vez que me ve el papa, me pregunta si necesito dinero", explicó el limosnero, que relató que el papa suele decir que "una cuenta corriente es buena cuando está vacía porque se ha donado a los necesitados".
En Lampedusa, Krajewski compró 1,600 tarjetas telefónicas para los inmigrantes para que pudieran llamar a casa, ya que con el papa coincidió en que era eso lo que más necesitaban.
Cada mañana, relató Krajewski, se levanta a las 4:30 de la mañana e inicia su jornada respondiendo a las cartas de ayuda que llegan al Vaticano y a las que el mismo papa entrega al limosnero.
También sale por las noches, acompañado de los guardias suizos, y lleva ayuda y comida a los vagabundos, a los ancianos, a los hospicios o comedores e, incluso, ha acompañado alguna vez a algún borracho a casa.






