Bien dicen que las mascotas hacen "cualquier cosa" por sus dueños. Más que animales de compañía, nuestros peludos son un miembro más de la familia.
Esta es la historia del minino que salvó la vida de un niño de tres años, que iba a recibir un balazo.
Opie fue impactado por un proyectil perdido que ingresó a su hogar en Pensilvania, Estados Unidos.

La bala cruzó el sofá, impactando al gatito en la cabeza y rebotando en la habitación, a pulgadas de donde se encontraba el bebé de la familia.
Los veterinarios recomendaron que Opie se sometiera a la "eutanasia" (acto de provocar intencionalmente la muerte para evitar el sufrimiento), pero su dueña decidió no hacerlo.
Opie quedó con daño muscular, pero es probable que mejore.
Con información de CNN en Español.





