El director mexicano Guillermo del Toro, que la próxima semana estrena su última película, "La cumbre escarlata", explicó en Barcelona que con este proyecto quería "recuperar el romance gótico de la época dorada del cine".
En una entrevista, Del Toro comenta que "Rebecca" de Hitchcock, producida por David O. Selznick, o "Jane Eyre" de Robert Stevenson son ejemplos de "ese cine de romance gótico que hace casi cuarenta años que no se hace y la última vez que se trató en el cine fue como serie B".
El director de "Hellboy" añade que de aquellas películas clásicas le atraía su "manera opulenta y lujosa" y ahora ha tratado de "recuperar ese mismo tono, pero actualizado en cuanto a sensualidad y violencia".
En el filme, una joven escritora estadounidense Edith Cushing (Mia Wasikowska) se enamora del apuesto inglés Thomas Sharp (Tom Hiddleston), que ha llegado a la ciudad en busca de financiación para futuros negocios.
Cuando el padre de la joven muere en extrañas circunstancias, Thomas convence a Edith para que le acompañe a su lujosa y ruinosa mansión familiar, Allerdalle Hall, una enorme propiedad gótica escondida en los montes de Inglaterra.

Reconoce el director mexicano que "La cumbre escarlata" constituye una suerte de 'trilogía' con "El espinazo del diablo" (2001) y "El laberinto del fauno" (2006): "Son las tres películas que más me gustan y tienen las tres una conexión temática y visual".
"La cumbre escarlata" tiene además "mucho de cuento de hadas" y, de hecho, se puede considerar como una adaptación de un cuento de Perrault, "Las esposas de Barba Azul". "El romance gótico tiene mucho de cuento de hadas", incide.






