Un estudio realizado en el país señala que la política monetaria guatemalteca ha sido "disciplinada" y ha funcionado correctamente, lo que se refleja en la estabilidad del tipo de cambio y en un comportamiento inflacionario sano.
OTRAS NOTICIAS: Zonas Francas en Guatemala: evolucionan a Zonas de Desarrollo Económico Especial
Un estudio reciente presentado por el Instituto para la Competitividad Económica (ICE), desmitifica la percepción de una inflación descontrolada en Guatemala, revelando que el país ha mantenido una estabilidad de precios notable durante los últimos 15 años.
El análisis, con base en información de diversas fuentes nacionales e internacionales, entre ellas Central American Business Intelligence (CABI), destaca que la inflación se ha mantenido dentro de la meta establecida por el Banco de Guatemala (Banguat), ubicada entre el 3% y el 5%.
José María Echeverría, director ejecutivo del ICE, explicó que los picos inflacionarios registrados en el período 2022-2023, que superaron el rango objetivo del Banguat, no fueron un fenómeno local, sino un efecto de factores internacionales. Específicamente, lo relacionado con el conflicto Rusia-Ucrania, la crisis de materias primas y energía a nivel global.
Estos factores surgidos tras la pandemia, provocaron un alza en los precios de “commodities” como el petróleo, el trigo y el maíz, que impactó virtualmente a todo el mundo. A pesar de este fenómeno de “inflación importada”, el estudio concluye que Guatemala posee uno de los índices de precios más estables de la región.
“Analizando objetivamente la data, podemos concluir que Guatemala tiene uno de los índices de precios más estables de la región, con precios competitivos e incluso por debajo de otros países centroamericanos en productos de la canasta básica, así como bienes con precios muy estables a lo largo de los años, como el azúcar, cereal, agua envasada, frijol rojo y huevos”, señaló Echeverría.
Cómo se ha comportado a inflación
El estudio profundiza en la composición de la inflación, que se mide a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC). El IPC, calculado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), evalúa la variación ponderada de los precios de 437 bienes y servicios y 13 divisiones de gasto. De acuerdo con el estudio, los tres rubros con mayor peso en la canasta de consumo guatemalteca son Alimentos y bebidas no alcohólicas, con una ponderación del 32.23%; Vivienda, agua, electricidad, gas y otros, con 11.16%, y Transporte, con 9.90%. En conjunto, estos tres segmentos representan más del 50% de la bolsa inflacionaria total.
Dentro de la división de alimentos, los 15 productos más importantes ostentan más del 50% del peso de este rubro. Entre ellos destacan las tortillas, que tienen el mayor peso con un 3.94%, seguidas por la carne fresca de pollo y de res. Otros productos de peso significativo en el resto de divisiones incluyen la gasolina, el alquiler de vivienda y el consumo de energía eléctrica.
Echeverría señaló que la tendencia reciente muestra una moderación en la división de alimentos y bebidas no alcohólicas, que hasta hace poco había sido el principal motor de la inflación. Asimismo, el estudio refleja que a partir de 2024, se observa un cambio en el comportamiento de los precios, con una estabilización en rubros como el transporte y los alimentos, y una notable alza en otros servicios, como la división de Servicios educativos.
El estudio destaca que no todo el mercado de alimentos en Guatemala se comporta de la misma manera y que la presión inflacionaria no es uniforme. Mientras algunos productos muestran incrementos pronunciados, otros han aportado estabilidad, contribuyendo a que la inflación general del país se mantenga controlada.
Al comparar el desempeño de Guatemala con el resto de la región centroamericana, el informe concluye que la tendencia de los precios es similar, influenciada por los mismos factores externos. El director del ICE enfatizó que la política monetaria guatemalteca ha sido “disciplinada” y ha funcionado correctamente, lo que se refleja en la estabilidad del tipo de cambio y en un comportamiento inflacionario sano, muy por debajo de países con liderazgos autoritarios y sin disciplina monetaria.
