Guatemala tiene actualmente 17 ZDDEPs autorizadas y cuatro que están en evaluación.
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Las Zonas de Desarrollo Económico Especial Públicas, más conocidas como ZDEEP, se han convertido en un instrumento para atraer la inversión nacional y extranjera, promover el crecimiento económico y facilitar la instalación de operaciones industriales, comerciales, de servicios o mixtas, dentro de ecosistemas productivos que ofrecen beneficios fiscales para las empresas que se enlistan en este régimen.
Guatemala cuenta actualmente con 17 ZDEEP autorizadas: seis en operación, once pendientes de aprobación por la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y cuatro en evaluación.
Christian Mayorga, presidente de la junta directiva de la Zona Libre de Industria y Comercio Santo Tomás de Castilla (ZOLIC), explicó que este régimen integra en una sola plataforma la generación de empleo formal, la atracción de inversión, la expansión de infraestructura productiva y el fortalecimiento logístico. Agregó que su marco legal brinda certeza jurídica y permite planificar a largo plazo, posicionando al país frente a modelos similares de la región.
La evolución
Para Mayorga, el régimen representa la evolución de las Zonas Francas. A diferencia de estas, pueden establecerse en cualquier punto del país, sin limitarse a zonas costeras o fronterizas. Y operan bajo un esquema público-privado con supervisión y transparencia, respaldadas por más de 50 de ZOLIC.
Según el ejecutivo, la ubicación estratégica de Guatemala, con acceso a dos océanos y corredores logísticos relevantes, sumada a un bono demográfico favorable, la convierte en destino atractivo para empresas industriales, comerciales y de servicios. Mayorga refirió que en las ZDEEP pueden instalarse operaciones de transformación, ensamble, distribución o logística.
Vale resaltar que, en aspectos de cifras, aunque las estadísticas nacionales aún se consolidan, pues el régimen en su forma actual inició en 2008, se espera que el volumen de exportaciones crezca de manera sostenida. Hoy, las ZDEEP albergan empresas de sectores como autopartes, agroindustria, logística, manufactura ligera, tecnología y almacenamiento, con capacidad para incorporar nuevos rubros según la demanda del mercado.
Impacto benéfico
En el suroccidente del país, Puerta del Istmo, ubicada en Tecún Umán, San Marcos, desde 2020 ha atraído más de US$60 millones en inversión, generando más de 1,200 empleos directos y 2,000 indirectos. Su cercanía a la frontera con México y a la aduana "Tecún Umán II" agiliza el comercio, mientras su Central de Transferencia reduce el cruce fronterizo de tres días a 28 minutos, optimizando la logística y reduciendo costos.
Fredy Palma, director general de este complejo industrial, afirma que una de sus fortalezas es contar con la única Central de Transferencia de Guatemala, que permite ingresar el transporte con cabezal, piloto, contenedor, furgón y rastra mexicana de forma directa desde México hacia Puerta del Istmo, lo que reduce considerablemente tiempos de cruce de frontera, pasando de 3 días a 28 minutos. Esto se traduce en mayor eficiencia logística, facilitación del comercio y reducción importante de los costos.
Palma recordó que, como en todos los sectores, siempre existen retos a enfrentar y en las ZDEEPs se puede mencionar la reducción de los tiempos de trámites, así como la agilización de las licencias ambientales y de construcción.
Actualmente, se trabaja en la construcción de una terminal multimodal, que en mediano plazo se conectará a la línea férrea que viene desde México. Aprovechando que el vecino país tiene una excelente estructura ferroviaria que conecta con Estados Unidos y parte de Canadá, la idea es conectarse para comerciar con México y Estados Unidos y de esa manera, los productos que vengan del norte podrán llegar por medio del tren a Puerta del Istmo, descargarse, subirse a transporte de llantas y continuar su destino hacia Guatemala y otros países centroamericanos.
Michatoya Pacífico es otro caso destacado. Con más de tres millones de metros cuadrados bajo el régimen ZDEEP, combina infraestructura de clase mundial, servicios personalizados y alianzas estratégicas para posicionarse como el parque industrial más grande de Centroamérica.
Para Selvin Barahona, gerente de Mercadeo de Michatoya Pacífico, las ZDEEPs concentran inversión, empleo e innovación en un solo territorio, lo que genera un efecto multiplicador en la economía local y nacional. "Atraen empresas que impulsan cadenas de valor completas: desde proveedores de insumos hasta exportadores, fomentando el desarrollo de infraestructura, la capacitación de talento humano y la transferencia tecnológica", afirmó.
Barahona agregó que la capacidad de conectar el mercado local con el comercio internacional convierte a las ZDEEP en polos de desarrollo que dinamizan sectores estratégicos y fortalecen la posición del país en el mapa global de inversión.
Al igual que Palma, Barahona cree que el sector enfrenta desafíos como la necesidad de mayor promoción internacional, mejora de la infraestructura vial y portuaria, y agilización de trámites para la instalación de empresas. "En el caso de Michatoya Pacífico, estamos implementando una estrategia integral que combina infraestructura de clase mundial, servicios a la medida para las empresas y alianzas estratégicas con el sector público y privado.
Por su parte, Vivian Villegas, directora ejecutiva de PRONACOM, resaltó que más allá de los incentivos, las ZDEEPs posibilitan la concentración de inversiones estratégicas en zonas que favorecen la creación de ecosistemas productivos, donde confluyen infraestructura, servicios, proveedores y talento humano.
"Desde PRONACOM trabajamos activamente para que las ZDEEPs sean reconocidas y aprovechadas como instrumentos eficaces de atracción de inversiones. De la mano de ProGuatemala, promovemos estas zonas como destinos de alto valor para la relocalización de empresas, especialmente de aquellas interesadas en invertir en sectores como manufactura avanzada, servicios logísticos, tecnología o agroindustria exportadora", afirmó Villegas.
A mediano plazo, dijo que se esperaba su consolidación como espacios de inversión efectiva para atraer a empresas nacionales y extranjeras interesadas en escalar sus operaciones, con un impacto tangible en la generación de empleo formal, crecimiento de las exportaciones y encadenamientos locales.
A largo plazo, la visión es que se conviertan en polos de desarrollo económico territorial, articulando clúster y cadenas de valor sectoriales, que impulsen la producción con alto valor agregado, la innovación, la transferencia tecnológica y la inserción de Guatemala a cadenas regionales o globales.





