La paciencia de Florentino Pérez no tolera una temporada sin títulos en el Real Madrid. Ni siquiera cuando gana deja las cosas como están, lo vimos el año pasado con las salidas de Xabi Alonso y Ángel Di María, dos piezas clave en la Décima. Ahora, para sorpresa de todos, el equipazo que destacó en la primera parte de la temporada se quedó sin la Copa, la Liga y la Champions. Por ello, Carlo Ancelotti se perfila como la primera víctima del jefe.
El presidente del club capitalino fichó a los jugadores que quería y se los puso en las manos al técnico italiano, un hombre con mucha experiencia. Pero Ancelotti quería jugar de una forma, y el patrón le decía que tenía que jugar de otra. El resultado fue una fatiga mental y física de un equipo que daba la impresión que podía ganarlo todo.
‘Carletto’ es demasiado caballero como para quejarse de su directiva, pero lo cierto es que él siempre quiso utilizar el 4-4-2, mientras a Florentino no se le cruzaba por la cabeza dejar fuera a la BBC (Bale, Benzema y Cristiano) después de los millones que gastó en ellos. Debido a eso, los mediocampistas tuvieron muchos más minutos de lo que debían. Entre las órdenes de Florentino Pérez, las lesiones de Luka Modric y la falta de rotaciones de Ancelotti, los jugadores llegaron fundidos a los partidos importantes.
Y así, dos años después, al jefe se le acabó la paciencia. Para él no existe eso de ‘aprender de los errores’ y considera que el entrenador ya tuvo su oportunidad. Si por algún milagro se quedara el italiano, sería porque algo falló en las negociaciones con los nuevos candidatos para ocupar el banquillo del Real Madrid. Así es Florentino y nada lo va a cambiar. Veremos si el próximo entrenador lo entiende.
El jefe paciente
Por otro lado está Xavi Hernández, o ‘el mejor futbolista español de la historia’, como lo llamaron durante su conferencia de despedida del FC Barcelona. El mediocampista catalán pone fin a 25 años de carrera como azulgrana para ganarse ‘unos’ millones en Catar. Tarde o temprano volverá al club, pero por ahora tiene dos años más de fútbol por delante.
Al contrario de Florentino Pérez, a Xavi lo caracterizó su paciencia a lo largo de su carrera. El pequeño mediocampista debutó en 1998 de la mano de Louis Van Gaal, y marcó un gol en su primer partido. A pesar del gran inicio, eran épocas turbulentas para el FC Barcelona, y Xavi estuvo muy cerca de irse al AC Milan.
Pasaron los años y apareció el entrenador Frank Rijkaard en 2005, quien nunca confió en él. Las ofertas aparecieron de nuevo, pero el corazón mantuvo a Xavi en el Barça. Él mismo confesó en una entrevista con el periodista Michael Robinson que en ambas ocasiones se vio fuera del club azulgrana. Para tristeza de los clubes que intentaron ficharlo, el ‘6’ se quedó en casa para hacer historia en su club y en la selección.
Xavi tuvo la paciencia que otros no tienen y al final se convirtió en el mejor mediocampista de la historia del Barcelona. Fue pieza clave del Barça del ‘triplete’ y al día de hoy acumula 23 títulos en total. También fue el maestro de la espectacular Selección Española que ganó dos Eurocopas (2008 y 2012) y el Mundial de Sudáfrica 2010.
Ahora se le recuerda como el gran jefe del mediocampo, y todavía puede agrandar su leyenda con las finales de Copa del Rey y de Champions League que el Barça debe jugar ante el Athletic Club y la Juventus. Gane o pierda, Xavi se va como una leyenda gracias a su talento, a su inteligencia y en especial, a su paciencia dentro y fuera del campo.






