La reina Isabel II visitó hoy Roma durante cinco horas, un viaje en el que almorzó con el presidente italiano, Giorgio Napolitano, y en el que conoció, por primera vez, al Papa Francisco, con quien se reunió a puerta cerrada durante cerca de veinte minutos.
La soberana británica llegó al aeropuerto capitolino de Ciampino junto a su marido, el duque de Edimburgo, para acudir, acto seguido, a la residencia de Napolitano para mantener un almuerzo.
Tras el ágape, la reina y su esposo se dirigieron hacia el Vaticano, lugar que no visitaban desde el año 2000, cuando Isabel II, cabeza de la Iglesia Anglicana, se reunió con el papa Wojtyla.

A pesar de que el encuentro con el pontífice estaba programado para las 15.00 horas, la pareja llegó finalmente a la Santa Sede con 23 minutos de retraso por lo que la reina se disculpó ante Bergoglio asegurando que estaban manteniendo "un almuerzo muy agradable con el presidente".
Sin embargo, el Papa les recibió dándoles una escueta bienvenida en inglés -"welcome"- que precedió al clásico intercambio de regalos, que se produjo, al igual que la audiencia, en la oficina del papa en el aula Pablo VI, aledaña a la basílica de San Pedro del Vaticano.





